CIUDAD DE MÉXICO.- Las camas destinadas a atender pacientes con coronavirus comenzaron a saturarse en la ciudades más azotadas por la pandemia, como la capital, Tijuana, Culiacán y Mazatlán.
Cada vez son más escasas las zonas pintadas de rojo por la emergencia sanitaria, lo que confirma la declaración del vocero gubernamental Hugo López-Gattel, quien señaló que “algunas zonas del país ya entraron en la fase 3”, de contagio generalizado.
Tras cumplir el día 50 desde que se registró el primer caso, el 28 de febrero, se contabilizan en México 8.772 contagios y 712 muertes, pero cada vez más el sistema de salud está mostrando su fragilidad.
Claudia Shienbaum, jefa de Gobierno, aseguró que “nunca en la historia del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER, el principal centro especializado, había tenido tantas personas entubadas, unas 70”, aseguró.
Sheinbaum advirtió que México entró “en una fase delicada y de mayor incremento en el número de intubados” y por recomendó “quedarnos en casa”.
Asimismo, se reportan testimonios de familiares que tienen que transportar a sus enfermos y se han visto obligados a hacer una especie de recorrido por los hospitales de las ciudades al que Sheinbaum llamó “carrusel”.
Los casos graves de infección respiratoria solían ser remitidos al Hospital General Manuel Gea González, en el centro, o al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición o al INER, en el sur, pero a partir de este lunes dejaron de hacer por la saturación.
Frente a un incremento acelerado de los infectados con COVID-19 el Gobierno mexicano anunció este martes la entrada de la fase 3 de la pandemia y suspendió toda actividad económica no esencial.
En ese sentido, el gobierno obligó a frenar las actividades económicas esenciales hasta el 30 de abril y exhortó a la ciudadanía a quedarse en casa.