TEL AVIV.— El ejército israelí informó este jueves haber matado a un alto líder de Hamás en un ataque aéreo sobre el campamento de refugiados de Tulkarem, en Cisjordania, que dejó un saldo de al menos 18 muertos, según el Ministerio de Salud palestino.
El bombardeo, realizado en coordinación con la agencia de inteligencia israelí Shin Bet, apuntó a Zahi Yaser Abdel Razaq Awfi, señalado como líder de Hamás en la región y quien, de acuerdo con las autoridades israelíes, estaba planeando un ataque inminente contra Israel.
El ataque aéreo impactó en una cafetería muy concurrida del campamento, según la agencia palestina Wafa, lo que generó una de las mayores cifras de víctimas en un solo evento en lo que va del año en Tulkarem. El ejército israelí afirmó que Awfi había estado detrás de un atentado con coche bomba en la zona de Atara el pasado septiembre y que estaba preparando más acciones violentas tanto en Cisjordania como dentro de Israel.
El conflicto se ha intensificado en los últimos días, no solo en Cisjordania. En el sur del Líbano, bombardeos israelíes causaron la muerte de 37 personas y dejaron más de 150 heridos.
La mayoría de las víctimas se registraron en la provincia de Nabatieh, mientras que otras muertes ocurrieron en Beirut y regiones circundantes. Los bombardeos israelíes apuntaron a supuestos búnkeres de Hezbolá, incluyendo un posible refugio de Hashem Safi al Din, considerado el sucesor del líder de la milicia chií, Hasán Nasralá, fallecido en septiembre en otro ataque.
El ejército israelí también informó que Hezbolá lanzó 230 cohetes hacia Israel en el transcurso del jueves, muchos de los cuales fueron interceptados por el sistema de defensa antimisiles israelí. Los ataques continuaron mientras Israel seguía golpeando objetivos de Hezbolá, destruyendo centros de producción y almacenamiento de armas, además de infraestructuras críticas.
En medio de la escalada del conflicto, Israel ordenó la evacuación de veinte pueblos en el sur del Líbano, incluida la localidad de Nabatieh, una de las más afectadas por los bombardeos. Esta es la tercera vez que las fuerzas israelíes solicitan la evacuación de civiles desde que comenzó la ofensiva terrestre a finales de septiembre, pidiendo a la población que se traslade al norte, lejos de las áreas de combate.