Israel veta a dos candidatos por racismo contra árabes

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JERUSALÉN.- El Tribunal Supremo israelí prohibió este domingo a dos candidatos conservadores, aspirantes por el partido Poder Judío a participar en las elecciones generales anticipadas del próximo 17 de septiembre por incitar al odio.

Baruj Marzel y Bentzi Gopstein, según los jueces, incitaron al racismo a través de comentario contra el pueblo árabe, reseñó el periódico israelí Jerusalem Post.

El alto tribunal, sin embargo, falló a favor de permitir la participación del partido Poder Judío, más allá de los dos candidatos vetados.

La moción para descalificar a Marcel y Gopstein fue impulsada por el Movimiento Reformista y los partidos Azul y Blanco, Unión Democrática y Laborista.

Los dos políticos, al igual que otros miembros de su partido, son seguidores del asesinado rabino Meir Kahane. El parlamentario israelí impulsó iniciativas antiárabes y contra el matrimonio y el sexo entre judíos y no judíos, y a quien se le prohibió más tarde volver a presentarse a unos comicios porque su partido, Kaj, fue considerado racista e ilegalizado.

Gopstein, es conocido en Israel por dirigir la organización Lehava, con una fuerte retórica contra árabes y homosexuales y que trabaja para impedir el matrimonio entre judíos y musulmanes.

Poder Judío, que en las elecciones del pasado 9 de abril compitió junto con otras facciones conversadoras llamada Unión de Partidos de Derecha, no formó alianzas para los comicios del próximo mes. Según los principales sondeos, cuenta con muy pocas chances de conseguir el mínimo de votos necesarios para entrar en el Parlamento israelí.

Jerusalem Post aseguró que, el Movimiento Reformista calificó la decisión como “un paso importante en la lucha contra el racismo y la incitación a la violencia”, mientras que el partido Laborista felicitó al tribunal por no permitir que los candidatos sacaran ventaja de la libertad de expresión para difundir odio.

Por su parte, Poder Judío respondió que la decisión ayudará al partido a alcanzar el mínimo de votos para entrar al la Kneset, un 3,25 por ciento de los votos emitidos.