TOKIO.- Los Juegos Olímpicos se inaugurarán el próximo 23 de julio en Tokio y se esperan unos 70.000 visitantes, incluidos atletas, entrenadores y miembros de las delegaciones deportivas.
La organización de un evento de tal magnitud en plena pandemia no ha sido fácil. Si bien Japón se ha visto menos afectado que la mayoría de los demás países ricos, ha sido comparativamente lento para vacunar a su población.
Tras meses de incertidumbre, el Comité Organizador Olímpico decidió limitar la asistencia a los eventos al 50% de su capacidad o hasta 10.000 personas.
Pero un mes antes de que inicie la temporada olímpica, la perspectiva de tres semanas de eventos deportivos preocupa a muchos japoneses.
Las encuestas indican que hasta el 80% de los ciudadanos quieren que los Juegos Olímpicos se cancelen o se pospongan nuevamente y es que a menos de 20 días de que inicien, las delegaciones ya comienzan a arribar al país nipón, y con ellos, los primeros casos positivos de COVID-19.
Según la prensa local, el caso más reciente es el de un atleta serbio del equipo de remo, quien dio positivo a una prueba de antígeno a su llegada a Japón. A él se suman un par de casos más pertenecientes a la delegación de Uganda, quienes fueron diagnosticados a finales de junio.
Asimismo, la situación coincide con un aumento de contagios en la capital nipona. De acuerdo con reportes de la agencia Reuters, hasta el pasado sábado se reportaron un total de 716 casos nuevos, lo se significa el aumento más alto en las últimas cinco semanas.
El hecho de que ya se hayan reportado casos positivos en los primeros tres equipos internacionales que arriban al archipiélago ha preocupado tanto a la ciudadania como las autoridades locales.