LONDRES.- El premier británico rechazó responder directamente las acusaciones de su principal exasesor político, que dijo que Johnson es un “inepto” al momento de gobernar durante la crisis sanitaria.
Dominic Cummings testificó ante el Parlamento británico que escuchó a su ahora exjefe gritar que dejaría “que se apilen los cadáveres” antes de ordenar un nuevo confinamiento, que Johnson finalmente se vio forzado a imponer a comienzos de año.
“Ningún comentario sobre eso”, fue lo que respondió el premier británico a la prensa.
El conservador evadió los puntos centrales del testimonio de Cummings, que criticó su indecisión y demora en la imposición de cuarentenas recomendabas por el panel de científicos asesores como una herramienta para contener la propagación del virus.
En su declaración de este miércoles, Cummings responsabilizó al Gobierno y a sí mismo de causar la muerte necesaria de “decenas de miles de personas”, particularmente en los ancianatos.
La pandemia se ha cobrado más de 127.000 muertes directas confirmadas en el Reino Unido y hundió su economía un 9,9% el año pasado.
Johnson defiende su plan de desescalada que avanza hacia la meta final, prevista el 21 de junio, entre rebrotes de la llamada variante “india” de coronavirus, y dudas sobre la efectividad de las “fortificaciones de las vacunas”.