MOSCÚ.— El efecto causado por las sanciones se hizo evidente, ya que la economía se contrajo, mientras que la producción industrial y las ventas minoristas sufrieron su peor caída desde la pandemia de COVID-19.
El PBI ruso se contrajo 3% en abril respecto al año anterior, según una estimación del Ministerio de Economía, luego de registrar un crecimiento de 1,3% en marzo. El Ministerio culpó la caída a “la presión de las sanciones sin precedentes”, que afectaron las cadenas de suministro y la demanda de los consumidores.
Las ventas minoristas retrocedieron en abril por primera vez en un año, cayendo un 9,7% anual, según un comunicado separado del Servicio Federal de Estadísticas.
Las compras de los ciudadanos rusos causadas por el pánico en las semanas posteriores a la invasión de Ucrania hace tres meses ocultaron inicialmente la crisis del gasto de los consumidores.
Pero las dificultades de las amplias restricciones comerciales y financieras impuestas por Estados Unidos y sus aliados solo continuaron propagándose a medida que una inflación más rápida minaba los ingresos; lo que provocó que más hogares redujeran sus gastos mientras las empresas se ajustaban a la escasez emergente de productos importados.
#INFOGRAFÍA de las principales sanciones económicas contra Rusia luego de su invasión a Ucrania #AFP pic.twitter.com/67Rjdo7Reb
— Agence France-Presse (@AFPespanol) May 31, 2022
“Abril fue el primer mes que reflejó la recesión en su totalidad”, dijo Sofya Donets, economista de Renaissance Capital en Moscú, antes de la publicación de los datos. “El consumo se hundió en un grado significativo después de un aumento frenético en marzo”.
El impacto en la industria y los envíos de carga también fue peor de lo esperado en abril, con una caída de la producción fabril del 1,6% respecto al año anterior. La renta disponible real se contrajo un 1,2% en el primer trimestre.
Por el contrario, el mercado laboral se mantuvo estable, sorprendiendo incluso el desempleo con un ligero descenso hasta el 4% en abril. Docenas de empresas extranjeras se retiraron de Rusia a raíz de la invasión, pero la mayoría ha seguido pagando a los trabajadores, al menos por ahora.
La economía más sancionada del mundo ya se dirige a contraerse por segundo año consecutivo por primera vez desde el colapso que surgió tras el quiebre de la Unión Soviética hace tres décadas.