MOSCÚ.- Alexéi Navalny, el activista y opositor ruso hoy encarcelado, se enfrenta a un nuevo proceso penal por extremismo, un delito que se castiga con hasta diez años de cárcel, en un nuevo episodio contra el movimiento del político y tras el desmantelamiento de sus organizaciones.
La nueva acusación se da a conocer justo cuando el líder opositor fue nominado al premio Sájarov a la libertad de conciencia que otorga el Parlamento Europeo.
La asonada contra Navalny y varios de sus colaboradores se produce también tras la victoria en las elecciones legislativas del partido de gobierno, después de una campaña que excluyó de las urnas a casi todos los candidatos contrarios al presidente Vladímir Putin.
Desde comienzos de año, Navalny está preso con una sentencia de dos años y medio por un caso de fraude.
Ahora, el opositor y sus aliados más cercanos están acusados de haber “creado y dirigido una organización extremista” a través de un Fondo Anticorrupción (FBK). Y otras ocho compañías.
Asimismo, se le acusa desde agosto de llamar a sus seguidores a cometer “actos ilícitos”, un delito castigo con hasta tres años de prisión.