BRUSELAS.— Estados Unidos y la Unión Europea llegaron a un acuerdo arduamente negociado que permitirá que el bloque europeo enfrente aranceles del 15% sobre la mayoría de sus exportaciones —incluidos los automóviles—, evitando así una guerra comercial que podría haber supuesto un duro golpe para la economía global.
El pacto se selló menos de una semana antes del plazo del viernes en el que debían entrar en vigor los aranceles más altos propuestos por el presidente Donald Trump. Varios líderes europeos, como el canciller alemán Friedrich Merz y la primera ministra italiana Giorgia Meloni, elogiaron rápidamente el acuerdo, calificándolo de “sostenible”.
Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunciaron el acuerdo el domingo desde el club de golf del mandatario en Turnberry, Escocia, aunque no revelaron todos los detalles ni presentaron documentación oficial. Según un funcionario estadounidense, las tarifas del 15% comenzarán a regir el 1 de agosto.
“Es el más grande de todos los acuerdos”, declaró Trump, mientras que von der Leyen sostuvo que el pacto aportará “estabilidad” y “previsibilidad”.
Los futuros del S&P 500 subieron un 0,4% tras cinco máximos históricos consecutivos del índice la semana pasada. Los contratos de acciones europeas avanzaron un 1% y el euro se fortaleció frente al dólar tras el anuncio.
“El bloque europeo jugó una mala mano lo mejor que pudo”, afirmó Stephen Olson, exnegociador comercial de EE.UU. y actual miembro del ISEAS-Yusof Ishak Institute. “La UE valora una relación comercial transatlántica sana, robusta y abierta; el presidente Trump no. Esa dinámica puso a la UE en desventaja durante toda la negociación”.
El acuerdo deja a las exportaciones europeas enfrentando aranceles más altos que los que la UE impone a las importaciones provenientes de EE.UU. Von der Leyen indicó que el objetivo es reequilibrar el superávit comercial que mantiene Europa con EE.UU. Sin embargo, estas concesiones generaron malestar entre sectores industriales europeos, y el principal grupo empresarial de Alemania advirtió que el acuerdo “envía una señal fatal a economías profundamente interconectadas a ambos lados del Atlántico”.
Trump y von der Leyen también discreparon en algunos términos clave del acuerdo. El presidente estadounidense sostuvo que la tarifa del 15% se aplicaría a “automóviles y todo lo demás”, excepto a los productos farmacéuticos y metales.
No obstante, von der Leyen aclaró luego en una conferencia de prensa que la tarifa sería global, no acumulativa con otros gravámenes específicos por industria, y abarcaría fármacos, semiconductores y autos. En cuanto a los metales, señaló que “las tarifas serán reducidas y se implementará un sistema de cuotas”.
“Tenemos un 15% para los productos farmacéuticos. Cualquier decisión posterior del presidente de EE.UU. sobre cómo abordar este sector a nivel global es otro tema”, explicó von der Leyen, y añadió que el porcentaje acordado “no debe subestimarse, pero fue lo mejor que pudimos conseguir”.
Altos funcionarios estadounidenses confirmaron luego que ambas partes acordaron un arancel del 15% para las exportaciones farmacéuticas de la UE. Una investigación separada bajo la Sección 232 sobre este sector aún está en curso y se espera en las próximas tres semanas, aunque la tasa acordada se mantendrá.
Según Trump, la UE también accedió a comprar productos energéticos estadounidenses por 750.000 millones de dólares, invertir 600.000 millones en EE.UU. adicionales a los actuales compromisos, abrir sus mercados al comercio sin aranceles y adquirir “cantidades enormes” de equipamiento militar. Von der Leyen indicó que aún no se tomó ninguna decisión respecto a vinos y licores europeos, pero que el tema se resolverá en breve.
El compromiso de la UE de realizar inversiones en EE.UU. fue clave para que el arancel del 15% se aplicara también a productos farmacéuticos y semiconductores, según fuentes cercanas a las negociaciones.
Antes del encuentro, la UE ya anticipaba que el cargo del 15% afectaría también a la mayoría de los productos farmacéuticos, uno de los principales puntos de conflicto durante el diálogo.
Sin acuerdo, Bloomberg Economics estimaba que la tasa arancelaria efectiva promedio en EE.UU. habría subido del 13,5% actual al 18% a partir del 1 de agosto. El nuevo acuerdo reduce esa cifra al 16%.
El pacto no incluye las exportaciones de acero y aluminio de la UE, que seguirán enfrentando aranceles del 50%, según funcionarios estadounidenses. En tanto, las tarifas sobre productos aeroespaciales se mantendrán en 0% mientras se resuelve una investigación en curso bajo la Sección 232.

