BRASILIA.— La volatilidad de los activos brasileños se disparó cuando los inversores se apresuraron a evaluar las consecuencias de la amenaza del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 50% a todas las importaciones provenientes de la nación sudamericana.
Una medida de las oscilaciones del real a un mes alcanzó su nivel más alto desde abril, a medida que la moneda pasó de ser la de peor desempeño a la mejor entre los mercados emergentes en el lapso de una hora. Al final del día, el real subió un 0,7%, mientras que las acciones retrocedieron alrededor de un 0,5%, presionadas por exportadoras como la fabricante de aviones Embraer SA. Las tasas de los contratos de swap cerraron mayormente planas tras un salto de casi 30 puntos básicos al inicio de la sesión.
El nuevo enfoque de Trump sobre Brasil podría empañar lo que venía siendo un año positivo para los activos locales, que se habían recuperado junto con otros mercados emergentes debido al alejamiento de los inversores del dólar. Los aranceles anunciados están muy por encima de lo que el mercado había descontado —el país había sido inicialmente asignado con un gravamen base del 10%—, lo que podría impactar a una economía que ya muestra señales de desaceleración.
«El mercado había estado acumulando posiciones largas en moneda y tasas en Brasil este año, lo que lo hace susceptible a una corrección», dijo Antonina Tarassiouk, analista senior de Reams Asset Management. «Si se concreta el arancel del 50%, habrá un claro impacto negativo sobre el crecimiento y la actividad en Brasil».
Según estimaciones de Bloomberg Economics, un arancel de ese nivel podría implicar una caída del 1% en la economía más grande de América Latina. Los exportadores serían los más vulnerables: el analista de UBS Alberto Valerio estima un impacto del 13% en las ganancias netas de Embraer en 2026 por cada aumento del 10% en los aranceles, según una nota. La compañía fue la de peor desempeño en el índice Ibovespa el jueves, aunque recortó una caída de más del 8% para cerrar con una baja del 3,7%.
Las pérdidas del índice de referencia fueron limitadas gracias al repunte de las acciones mineras y siderúrgicas —como Vale SA y Companhia Siderúrgica Nacional SA—, impulsadas por apuestas a un alza en los precios de las materias primas y su escasa exposición al mercado estadounidense.
Tampoco está claro cómo podrían avanzar las negociaciones entre ambos países, dado que EE.UU. ya mantiene un superávit comercial con Brasil, lo que deja poco margen de maniobra a las autoridades brasileñas. Además, a diferencia del tono comercial de otras declaraciones similares dirigidas a socios, la carta de Trump vinculó directamente el tema con la política, afirmando que el cambio se debía “en parte a los ataques insidiosos de Brasil contra las elecciones libres y los derechos fundamentales de libertad de expresión de los estadounidenses”.
Aunque Luiz Inácio Lula da Silva respondió diciendo que Brasil no aceptará ser “tutelado” por nadie, personas cercanas al mandatario reconocen que hay pocas esperanzas de evitar los aranceles, ya que las exigencias de Trump involucran cuestiones legales que Lula no tiene poder para resolver, lo que anticipa un proceso de negociación difícil y mantiene a los mercados en vilo.
En un extracto de una entrevista grabada para la emisora local Record, que se emitirá esta noche, Lula volvió a pedir “respeto” y planteó que Brasil podría recurrir a la Organización Mundial del Comercio (OMC) o incluso imponer aranceles del 50% a productos estadounidenses que ingresen al país.

