DOHA.— Catar celebrará el viernes el entierro de Ismail Haniyeh, líder de Hamás, quien murió en un ataque que se atribuye a Israel y que ha elevado las preocupaciones sobre una posible escalada del conflicto en Gaza.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su preocupación por las tensiones en Oriente Medio y mencionó que el asesinato de Haniyeh «no ha ayudado» a la situación.
Haniyeh residía en Doha con otros líderes de Hamás y será enterrado en un cementerio en Lusail, al norte de la capital catarí, tras una ceremonia en la mezquita del Imam Muhammad bin Abdul Wahhab, la mayor del país. Hamás ha anunciado que «líderes árabes e islámicos» y representantes de otras facciones palestinas asistirán al evento, que será accesible al público.
Haniyeh y su guardaespaldas murieron el miércoles en un ataque en su residencia en Teherán, según la Guardia Revolucionaria de Irán. Exiliado en Catar y Turquía, había viajado a Irán para la investidura del nuevo presidente Masud Pezeshkian. El ataque ha sido atribuido a Israel por Hamás e Irán, aunque Israel no ha comentado directamente sobre el asunto.
Horas antes, el ejército israelí había reivindicado un bombardeo en Beirut que mató a Fuad Shukr, un comandante del grupo libanés Hezbolá, aliado de Hamás. Estos eventos han intensificado las tensiones en una región ya afectada por la guerra en Gaza, que ha exacerbado las hostilidades entre Israel y grupos armados afines a Irán en Siria, Líbano, Irak y Yemen.
El jueves, miles de personas asistieron a una ceremonia pública en Teherán en honor a Haniyeh, presidida por el líder supremo iraní Ali Jamenei, quien prometió un «duro castigo» para Israel. Turquía y Pakistán han declarado un día de luto en memoria de Haniyeh, y Hamás ha convocado un «día de furia» coincidiendo con el entierro, instando a manifestaciones en las mezquitas después de las oraciones del viernes.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha prometido destruir a Hamás en represalia por el ataque del 7 de octubre que desencadenó la guerra en Gaza, la cual ha causado 1,197 muertes, en su mayoría civiles, y la captura de 251 personas. La campaña militar israelí ha resultado en 39,480 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud local.
Tras el homenaje en Teherán, el cuerpo de Haniyeh llegó a Doha el jueves por la noche, según Al Jazeera. Catar ha albergado la oficina política de Hamás desde 2012, con la aprobación de Estados Unidos, y Haniyeh jugaba un papel crucial en las negociaciones para un posible acuerdo de tregua en Gaza, mediadas por Catar, Egipto y Estados Unidos. Su muerte plantea dudas sobre el futuro de estas negociaciones. El primer ministro catarí, Mohammed bin Abdelrahman al Thani, cuestionó cómo puede tener éxito una mediación cuando se asesina al negociador de la otra parte.
La comunidad internacional ha hecho un llamado a la calma y ha solicitado nuevamente un alto el fuego en Gaza. La Casa Blanca informó que Biden habló con Netanyahu para asegurarle el apoyo estadounidense ante las amenazas de Irán, y también para insistir en avanzar hacia un acuerdo. Biden señaló que hay bases para un alto el fuego y que es crucial que ambas partes avancen hacia ello. Israel, por su parte, ha advertido a sus adversarios sobre las consecuencias de cualquier «agresión» y ha afirmado estar preparado para cualquier escenario.