CARACAS.- Siguiendo el ejemplo de otros gobernantes de la región, Nicolás Maduro ha diseñado una estrategia política decidida a captar a los sectores evangélicos de su país. El apoyo de los cristianos será clave para Maduro en un año en el que el chavismo buscará ganar las elecciones parlamentarias.
Maduro decretó el 15 de enero como el Día Nacional del Pastor Evangélica en su país, en honor a Martin Luther King Jr. Una decisión que, además de rendir un homenaje al pastor estadounidense, es una jugada que busca conquistar a un importante sector de la población del país.
El 2020 es un año electoral y Maduro lo sabe. Si la situación política en su país lo permite, Venezuela celebrará elecciones parlamentarias en diciembre. Unos comicios que son claves para la Revolución Bolivariana, ya que de ganarlas recuperaría un poco la legitimidad internacional que perdió en los últimos años.
“Soy cristiano de Cristo y el pueblo de Cristo puede contar conmigo, Nicolás Maduro, el presidente cristiano y obrero! ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Venezuela! ¡Hasta la victoria siempre”, entonó el líder bolivariano en una transmisión televisiva.
Al parecer, Maduro ha venido observando lo que sucede en otros países como Colombia y Brasil, donde el sector evangélico ha influido en la política nacional. Asimismo, Jair Bolsonaro ganó las elecciones con el amplio apoyo de la base evangélica.
No obstante, la nueva espiritualidad de Maduro es un poco confusa, ya que su relación con el protestantismo y el cristianismo no era la mejor hasta hace unos años. El líder chavista se confesó seguidor de las enseñanzas de Sai Baba, un gurú espiritual hindú. Un credo que los cristianos radicales consideran como herejía.
En ese país sudamericano, cerca del 79% de la población es católica y el 13% es evangélica, según los últimos datos de Latinobarómetro divulgado en 2014.