WASHINGTON.- Paul Manafort, exdirector de campaña del presidente Donald Trump, se declaró culpable el viernes de dos cargos federales como parte de un acuerdo según el cual deberá cooperar con el fiscal especial que investiga la intromisión del Kremlin en los comicios presidenciales de 2016.
Según el entendimiento, Manafort deberá cooperar “total y verazmente” con la investigación del fiscal Robert Mueller en torno a denuncias de que la campaña conspiró con Rusia para que el presidente de Estados Unidos fuera Donald Trump. Todo esto a pesar de que los cargos contra Manafort están relacionados con su trabajo de consultoría política en Ucrania, no con denuncias sobre la injerencia rusa.
La pista que persigue el fiscal, es que Manafort participó en una reunión en la Torre Trump en junio de 2016 con un abogado ruso que Donald Trump Jr recibió a pesar de que fue descrito como parte de un intento del gobierno ruso para ayudar en la campaña de su padre. Un jurado investigador usado por Mueller ha escuchado testimonios sobre la reunión.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo el viernes que el caso Manafort no tiene nada que ver con Trump.
Con el arreglo, Mueller logra otra victoria judicial, y Manafort logra evitar otro juicio costoso.