ASUNCIÓN.— El Mercosur celebró este lunes en Asunción una cumbre destacada por la ausencia del presidente argentino, Javier Milei, lo que generó críticas de sus colegas en un momento en que el bloque está estancado por la falta de avances hacia un acuerdo con la Unión Europea.
Los presidentes presentes –Luiz Inácio Lula Da Silva de Brasil, Luis Lacalle Pou de Uruguay, Luis Arce de Bolivia y el anfitrión Santiago Peña de Paraguay- lamentaron la falta de integración del bloque y señalaron que las diferencias ideológicas lo debilitan.
Lacalle Pou afirmó que si el Mercosur es tan importante, todos los presidentes deberían estar presentes, refiriéndose a Milei, quien no asistió tras intercambiar insultos con Lula. Lula, en su discurso, criticó las reformas de Milei y defendió el papel del Estado como promotor del desarrollo. También señaló que no tiene sentido recurrir a nacionalismos arcaicos ni a experimentos ultraliberales que aumentan las desigualdades.
El presidente paraguayo, Santiago Peña, coincidió en que el Mercosur avanzó en los años 90, pero en los 2000 un cambio ideológico desintegró al bloque, provocando una fatiga de integración. La canciller argentina, Diana Mondino, en representación de Milei, criticó el exceso de regulaciones del bloque, abogando por eliminar barreras arancelarias y por mayor flexibilidad en las negociaciones con terceros países.
Uruguay, que asume la presidencia semestral del Mercosur, busca impulsar un acuerdo con China, aunque Paraguay mantiene relaciones con Taiwán, lo que complica las negociaciones. En una nota positiva, se destacó un reciente acuerdo con Singapur y el inicio de negociaciones con Emiratos Árabes Unidos.
El encuentro ocurre en medio del estancamiento de las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, que lleva más de 20 años en proceso. Lula señaló que el acuerdo no se ha alcanzado debido a contradicciones internas en la UE, mientras que Lacalle Pou criticó que la ideología está perjudicando la unión entre el Mercosur y la UE.
Luis Arce de Bolivia formalizó el ingreso de su país al bloque tras promulgar la ley de adhesión, días después de sofocar lo que calificó como un intento de golpe de Estado en La Paz, episodio que fue condenado por los países del Mercosur, excepto Argentina, que lo consideró un «fraude». Fundado en 1991, el Mercosur es el principal receptor de inversiones extranjeras en Sudamérica y tiene un PIB de 2,86 billones de dólares.