BUENOS AIRES.— La palabra devaluación puede ser anatema para el presidente argentino Javier Milei —ha jurado una y otra vez que no romperá su promesa de no dejar que el peso se desplome—, pero una devaluación encubierta, bueno, eso es algo que está dispuesto a aceptar, según publicó la agencia Bloomberg este martes.
Desesperado por aumentar la oferta de dólares en el mercado cambiario y aliviar la presión sobre el peso, el gobierno de Milei anunció el lunes la suspensión temporal de los impuestos a la exportación de muchos de los principales cultivos del país.
Exentos de esos tributos, los productores de soja recibirán, en pesos, alrededor de un 25% extra por cada dólar de ingreso. Para los productores de maíz y trigo, la mejora ronda el 10%.
En esencia, se trata de devaluaciones segmentadas, dirigidas en este caso a quienes controlan la mayor entrada de dólares al país: los agricultores. Las medidas estarán vigentes hasta el 31 de octubre, o hasta que las ventas de granos bajo el nuevo programa alcancen los 7.000 millones de dólares.
La ventaja de este enfoque limitado por parte de Milei —que también está negociando un paquete de ayuda de emergencia con la administración Trump— es que le permite evitar una devaluación abierta que podría disparar la inflación y profundizar las penurias de los argentinos.
Pero el costo es igualmente significativo: recortar más de 1.000 millones de dólares en ingresos fiscales que el gobierno necesitaba con urgencia y sobre los cuales construyó su reputación —y credibilidad de mercado— de equilibrio presupuestario.
“La medida puede sacrificar recaudación fiscal, pero eso parece un asunto secundario hoy”, dijo por correo electrónico Jimena Zuniga, economista para Argentina en Bloomberg Economics. “Es como si te hubieras quebrado un brazo, pero sobreviviste a un accidente grave: lo celebrás. Hasta esta mañana, el gobierno parecía dirigirse de lleno a ese accidente y lo ha evitado”.
El anuncio de Milei y la oferta de ayuda del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, deberían alejar cualquier devaluación más amplia al menos hasta después de las elecciones de medio término del 26 de octubre, lo que le permitiría al presidente hacer campaña bajo la bandera de un tipo de cambio estable y una inflación en desaceleración. Sin esos dos pilares, arriesgaba perder apoyo en el Congreso y trabar la reforma libertaria de la economía. Milei tiene previsto reunirse con el presidente Donald Trump el martes a las 11:45 a.m. hora del Este.
El peso registró el lunes su mayor avance desde principios de mayo, saltando un 4,5% frente al dólar, como parte de un repunte más amplio de los activos argentinos. Y por primera vez desde el miércoles, el Banco Central no intervino en el mercado de cambios.
Argentina ha reducido regularmente los gravámenes a la exportación de granos en tiempos de crisis cambiaria, pero la eliminación completa de un día para el otro —aunque sea temporal— es algo nuevo.
Las nuevas medidas deberían impulsar rápidamente la entrada de divisas, dijo Erico Weitemeier, operador principal en FyO, una de las mayores corredoras de granos de Rosario. “Van a darse ventas muy fuertes y el gobierno va a llegar fácilmente a los 7.000 millones antes del 31 de octubre”, señaló. “El precio de la soja está subiendo unos 50 dólares por tonelada, y si los productores creen en Milei también pueden pensar que el tipo de cambio se fortalecerá más adelante”.
Un informe del 29 de agosto de la Bolsa de Comercio de Rosario estimó las exportaciones netas de granos en 29.000 millones de dólares para fin de año, con unos 10.000 millones de ese total previstos entre septiembre y diciembre. Los actuales derechos de exportación alcanzan 24,5% para harina de soja —el principal producto de exportación argentino— y aceite de soja; 26% para poroto de soja; y 9,5% para maíz y trigo.
“Es una gran noticia; quizás no sea permanente, pero al menos nos genera ganancias por 40 días para pagar deudas y cerrar compras”, dijo Julio Reumann, productor de la provincia de La Pampa. “No creo que el tipo de cambio se debilite desde acá. Voy a aprovechar para vender y renovar mis tractores”.
Precios en baja
Los futuros de harina de soja en Chicago cayeron hasta 1,9% y los de aceite de soja se hundieron hasta 2,5%, ya que la maniobra de Milei ejerció aún más presión de oferta sobre los agricultores estadounidenses, que ya están cosechando una campaña de soja con grandes riesgos de demanda: China, habitualmente su principal comprador, no está reservando cargamentos en medio de tensiones comerciales con el presidente Donald Trump.
Más tarde el lunes, Milei extendió la medida a la carne vacuna —de la que Argentina es también un gran exportador y que paga una tasa del 5%— y al pollo.
Pero si bien la medida probablemente traerá miles de millones de dólares al país, también revela la desesperación de las autoridades luego de que el peso se debilitara hasta el límite de su banda cambiaria la semana pasada. El Banco Central gastó más de 1.000 millones de dólares para sostener la moneda en solo unos días, drenando unas reservas escasas que en última instancia se necesitan para pagar bonos en dólares.
Tras el anuncio de Milei y la intervención de Bessent el lunes, los bonos en dólares argentinos con vencimiento en 2035 registraron la mayor suba desde que fueron emitidos en 2020, escalando casi 9 centavos hasta superar los 56 centavos por dólar, según datos indicativos recopilados por Bloomberg.
Bessent prometió ofrecer “todas las opciones para estabilizar” la economía argentina en una intervención notable que demuestra el creciente papel político de Donald Trump en América Latina. La ayuda de EE.UU. podría provenir potencialmente del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro. Milei tiene previsto reunirse con Trump el martes en Nueva York.
“Si bien la fuerte expresión de apoyo de EE.UU. por parte de Bessent hoy probablemente habría bastado para calmar al mercado cambiario, es razonable adoptar ex ante la mayor cantidad de medidas posibles para frenar una corrida y asegurarse un reseteo de expectativas”, afirmó Zuniga.