WALL STREET.— Morgan Stanley cerrará una unidad dedicada al market-making electrónico en opciones sobre acciones estadounidenses, en una retirada de un segmento del mercado de derivados que ha ganado creciente popularidad entre los inversores minoristas, incluso en un contexto de fuerte aumento en los volúmenes de operaciones.
La unidad, conocida internamente como de market-making automatizado, será desmantelada, según indicaron dos personas con conocimiento directo del tema, que solicitaron el anonimato por tratarse de información confidencial.
Aunque la actividad en derivados en EE. UU. se ha disparado, este espacio ha pasado a estar dominado por firmas propietarias como Citadel Securities e IMC Trading BV. Esta salida pone de relieve las dificultades que enfrentan los actores tradicionales para competir con empresas diseñadas desde el inicio para operar con alta velocidad y escala, apoyadas en tecnología especializada y sujetas a menos restricciones regulatorias.
La firma era el último gran banco que aún participaba en el negocio de pagar a los brokers minoristas por el flujo de órdenes en opciones, una práctica que actualmente es casi exclusiva de instituciones de trading de alta frecuencia. Según un análisis de Bloomberg Intelligence basado en reportes regulatorios, Morgan Stanley representó un 6,4% de estos pagos entre los market makers en el primer trimestre. Las cuatro principales firmas, encabezadas por Citadel Securities, eran todas de carácter propietario.
Según las fuentes, Morgan Stanley está trabajando para reubicar a algunos empleados de la unidad en otras áreas dentro de la compañía.

