WALL STREET.— Los estrategas de Wall Street se muestran cada vez más optimistas respecto a las acciones estadounidenses, y ahora Morgan Stanley y Goldman Sachs se suman a quienes creen que el crecimiento económico resiliente limitará cualquier retroceso durante el verano.
El estratega de Morgan Stanley, Michael Wilson, quien abandonó su visión bajista de largo plazo a mediados de 2024, afirmó que la fuerte mejora en las perspectivas de ganancias de las empresas estadounidenses augura un buen cierre de año para el índice S&P 500. Reiteró su objetivo de precio a 12 meses en 6.500 puntos, lo que implica una suba de alrededor del 8% desde los niveles actuales.
“Tenemos una fuerte convicción de que la fuerte caída de abril marcó el final de una corrección mucho más prolongada que comenzó hace un año, con el pico en la tasa de cambios de las revisiones de ganancias”, escribió Wilson en una nota. Un repunte en las mejoras de proyecciones por parte de los analistas “nos mantiene positivos sobre las acciones estadounidenses a 12 meses”.
El S&P 500 ha repuntado desde que el presidente Donald Trump pausó en abril algunos de los aranceles más altos en un siglo. Además, los datos recientes que muestran un mercado laboral saludable han alimentado el rally, dejando al índice solo un 2% por debajo de su récord de febrero. Sin embargo, el índice de referencia ha quedado rezagado frente a sus pares internacionales este año, debido a la incertidumbre comercial.
Varios estrategas, incluidos los de JPMorgan Chase & Co. y Citigroup Inc., han elevado sus objetivos de fin de año para el S&P 500 en los últimos días, apostando a que lo peor de la guerra comercial impulsada por Trump ya ha pasado. En el caso de JPMorgan, la revisión implica que no habría más subas para el índice en lo que resta de 2025, pero representa un giro importante frente a su pronóstico anterior que anticipaba una caída del 12%.
Por su parte, el estratega de Goldman Sachs, David Kostin, señaló que los movimientos recientes del mercado sugieren que los inversores están incorporando un panorama optimista de crecimiento, con los sectores más sensibles a la economía superando en rendimiento a los defensivos más seguros.
Si bien eso eleva el riesgo de caídas bursátiles a corto plazo en caso de que los datos macroeconómicos se deterioren, Kostin indicó que “el mercado continúa ganando confianza gracias a la mejora en los datos blandos y a noticias de política económica favorables desde Washington”.
“Si la recuperación de los datos blandos se mantiene, debería respaldar el rendimiento de las acciones incluso si los datos duros se debilitan”, concluyó.

