TOKIO.- El emperador Naruhito fue proclamado oficialmente nuevo soberano de Japón, en una ceremonia solemne en el Palacio Imperial de Tokio, en presencia de unos 2.000 invitados, entre ellos jefes de Estado y dignatarios de 190 países.
En su primer discurso Naruhito se comprometió a servir como símbolo del Estado para su pueblo. El primer ministro Shinzo Abe lo felicitó y dirigió los aplausos de “Banzai”, que tradicionalmente significa “10.000 años”.
La ceremonia de entronización es el punto culminante de varios rituales de sucesión que comenzaron en mayo, cuando Naruhito heredó el trono después de la abdicación de Akihito, su padre. Naruhito lidera ahora la monarquía hereditaria más antigua del mundo, que según los historiadores se remonta a hace 1.500 años.
Vestido con una túnica tradicional anaranjada “Korozen no goho”, cuyo estilo se remonta al silo IX, Naruhito, de 59 años, fue acompañado por su esposa Masako, en un trono adyacente.
“Haremos lo mejor posible para la tutela de la paz y el mantenimiento de la esperanza en nuestro país”, dijo el primer ministro nipón Shinzo Abe.
El trono, llamado Takamikura, es una estructura decorativa de 6.5 metros de altura. Fue desmontado en 3.000 piezas y transportado el año pasado desde el antiguo Palacio Imperial de Kioto, la antigua capital de Japón, donde los emperadores vivieron hasta hace 150 años, y reensamblado y reparado con nuevos recubrimientos.
Antes de la ceremonia, según el protocolo oficial, el monarca, visitó santuarios sintoístas incluyendo el lugar de culto, dedicado a la diosa del sol Amaterasu.