BERLÍN.- El opositor ruso Alexei Navalni, hospitalizado en estado de coma en la capital alemana, presenta “trazas de envenenamiento”, anunció el hospital Charité este lunes.
“El desenlace de la enfermedad continúa siendo incierto y en esta etapa no se pueden descartar secuelas a largo plazo en particular en el sistema nervioso”, añade el parte del hospital.
Según la prensa internacional, durante el fin de semana ya circulaba la versión de un posible envenenamiento. El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, dijo que “se trata de un paciente con bastante probabilidad de haber sido víctima de un envenenamiento”.
Seibert justificó de esta manera el fuerte protocolo de seguridad con el que amaneció este lunes el hospital donde permanece el activista ruso.
Esta consideración difiere por completo del diagnóstico entregado por los galenos rusos del hospital número 1 de Omsk, que diagnosticaron un problema metabólico.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no participó en las negociaciones para trasladar al opositor ruso Alexéi Navalny a la clínica alemana Charité en Berlín, según indicó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
“No participó, no es prerrogativa del presidente, es una decisión esclusivamente de los médicos que tiene que ver con el estado de salud del paciente”, aseveró Peskov al responder la pregunta sobre si Putin aprobó el traslado del activista ruso a Berlín.
El portavoz aseguró que no había razón para celebrar negociaciones internacionales.
“No hubo ningún motivo para negociaciones internacionales, pero las respectivas autoridades lo hicieron todo bien rápido…Todos los trámites necesarios para salir del país se hicieron rápidamente después de que los médicos consideran posible el traslado del paciente”, agregó.
El pasado 20 de agosto, como informó Último Cable, el bloguero y activista ruso se sintió mal al abordar un vuelo en la ciudad de Tomsk con destino a Moscú, lo que obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia en Omsk.
El activista fue ingresado en una unidad de cuidados intensivos de un hospital local, donde seguía en coma y con ventilación mecánica.
Kira Yarmysh, su representante, supuso desde el principio que el opositor habría sido envenenado con alguna sustancia mezclada en su té, lo único que tomó antes de abordar el vuelo.
Sin embargo, los médicos rusos declararon que el principal diagnóstico de Navalny es un trastorno metabólico, provocado por una caída del nivel de azúcar en sangre.
