MÉXICO D.F- Gracias a la denuncia de un niño de 12 años ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en 2015, se desarrollo una investigación en la que el organismo descubrió “varios Campos de jornaleros” donde los indígenas de las zonas más pobres del país como Veracruz o San Luis de Potosí, son explotados.
Los niños son alimentados con pan y café en la mañana, y durante la jornada laboral solo podrán ingerir agua con sal para evitar su deshidratación, esto les es descontado de la paga del día, unos cinco dólares. Según el reporte de la CNDH, hace dos años las autoridades de Coahuila hallaron 200 niños esclavos, en la ciudad de Ramos Arizpe hacinados en un rancho donde eran obligados a trabajar. El organismo de derechos humanos logró rescatar a 52 niños y adolecentes, en su mayoría indígenas.
En el informe presentado por la ONG acusa a las autoridades de diversos niveles y organismos de “incumplir sus atribuciones de inspección, así como la no implementación de medidas legislativas, administrativas, económicas, educacionales y sociales” para la mejora en la calidad de vida de los trabajadores.
La Procuraduría de Justicia detuvo a tres encargados del predio, quienes fueron juzgados por “trata de personas”, las tierras embargadas y los trabajadores asistidos. Sin embargo, la CNDH asegura que estos operativos no suelen ser frecuentes; al menos en 17 estados del país, más de la mitad del total, se registra una sobreexplotación de personas, según el índice global de esclavitud, el cual reveló que México ocupa el primer puesto en este primitivo ranking.