LIMA.— La inflación peruana se aceleró menos de lo esperado en mayo en la antesala de una clave reunión que se llevará a cabo la próxima semana en la que el Banco Central decidirá sobre las tasas de interés.
El Índice de Precios al Consumidor subió un 8,09% en los últimos 12 meses, por debajo de la estimación mediana en una encuesta de Bloomberg a economistas, de 8,32%, pero siguen siendo los más altos en 24 años. La inflación mensual fue del 0,38%, frente al 0,96% de abril, informó el miércoles la agencia nacional de estadísticas.
La inflación en mayo estuvo impulsada por un aumento de 1,7% en los precios del transporte debido a los mayores costos de los combustibles y lubricantes. Los alimentos se encarecieron un 1,1% en restaurantes y hoteles, pero se abarataron un 0,7% para el consumo doméstico.
La región en general enfrenta una de las alzas de precios más persistentes del mundo, con tasas de inflación que superaron los objetivos de los bancos centrales por segundo año consecutivo; a pesar de que países como México y Brasil comenzaron a elevar sus tasas de interés el año pasado, mucho antes que la Reserva Federal de Estados Unidos.
Estrategas de Bank of America esperan que el banco central de Perú aumente su tasa de política al 7% elevando 50 puntos básicos en las próximas cuatro reuniones. Es poco probable que la inflación regrese al rango de tolerancia del banco central hasta 2024, señalaron. Perú apunta a una inflación del 2% anual, con un rango de tolerancia de más o menos 1 punto porcentual. La próxima reunión del banco central será el 9 de junio.
Los precios de los alimentos se han disparado este año debido a que Perú atraviesa una escasez de fertilizantes que está afectando particularmente a los pequeños agricultores que atienden al mercado interno. Productores de arroz en el norte del país han advertido que los peruanos sentirán el impacto de la escasez en julio después de la cosecha.
Eduardo Zegarra, economista agrario e investigador del centro de estudios GRADE, dijo que Perú se encuentra todavía en alerta roja por la crisis de fertilizantes y que se trata del país más afectado de Sudamérica.
El Gobierno está negociando compras de fertilizantes con 14 países para tratar de salvar la cosecha de agosto y evitar una gran crisis alimentaria, pero muchos agricultores piensan que las compras serán insuficientes o llegarán tarde.