SANTIAGO.- Este martes Chile anunció el cierre de ocho centrales termoeléctricas en los próximos cinco años, en el marco de su plan que tiene como objetivo hacer que el país sea carbono natural antes de 2050, con base en el impulso de las energías renovables no convencionales.
El plan, anunciado por el presidente Sebastián Piñera, prevé el cierre de centrales que representan el 20 de por ciento de la capacidad energética generada en el país, equivalente a 23,389 megavatios (MW).
Iniciamos cierre de Centrales Eléctricas a Carbón para reemplazarlas x Energías Renovables No Convencionales, descarbonizar Matriz Energética y transformar Chile en Carbono-Neutral. Un planeta +limpio y seguro es el mejor legado q podemos dejar a nuestros hijos #EnergíaZeroCarbón pic.twitter.com/F74GH4DVuT
— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) June 4, 2019
“De aquí en adelante, la tendencia fuerte y clara va ser hacia desarmonizar nuestra matriz energética para poder llegar a bajar en un 20 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero durante los próximos cinco años”, afirmó el mandatario.
Chile en la actualidad cuenta con 28 centrales de carbón de las empresas Enel, AES Tener, Colbún y Engie, que aportan casi el 40 por ciento de la generación eléctrica del país.
Las termoeléctricas a carbón son, además, una de las principales fuentes emisoras de CO2. El 78% de los gases de efecto invernadero en el país sudamericano se generan en el sector energético y las plantas a carbón son las responsables del 26%, aseveró el presidente chileno.
El anuncio se produce en el marco de las acciones que el gobierno está realizando como anfitrión de la próxima COP25, que se realizará en diciembre próximo, establece de aquí a 2024 cerrar una centra en la ciudad de Iquique y cuatro en la de Tocopilla, ambas en el norte del país, dos en la localidad de Puchuncaví, en el centro, y una en Coronel, sur de Chile.
El presidente explicó que las plantas que cierren quedaron cinco años en estado operativo “reserva estratégica”, lo que supone que podrán ser utilizadas en caso de emergencia si hay algún problema con la generación de energía.
Sin embargo, el plan del Ejecutivo enfrenta críticas por parte de organizaciones ambientales. “Se ha oficializado una condena al carbón por 20 años más”, aseguró Greenpeace. El anuncio está “lejos de la ambición climática que debiera liberar el presidente Piñera”, ya que “es perfectamente posible” tener un plan de cierre inmediato de las ocho plantas anunciadas y de todas las existentes en el año 2030, según la organización conservacionista.