ANKARA.— Para el presidente Recep Tayyip Erdogan, su homólogo francés no está cualificado para dirigir un país, y le planteó un ultimátum para que Francia saque a todos sus soldados de África.
«El hombre que está a la cabeza de Francia no está cualificado para ser el jefe de este Estado. Miren, actualmente están explotando a los países africanos. Malí se encuentra en un estado de ruptura total con Francia. Burkina Faso dio un plazo: ‘Les doy un mes. En un mes no queremos ver aquí a ningún soldado francés’. Y supongo que Togo hará lo mismo. Y [Francia] está perdiendo rápidamente su reputación en África», declaró Erdogan citado por el diario Star.
El mandatario turco admitió que tuvo muchas reuniones con su homólogo francés a nivel internacional, pero considera que Macron «no era honesto».
«Donde no hay honradez, no hay confianza. Por supuesto, hay muchos líderes así en el mundo. Por desgracia, ignoran a Turquía en sus relaciones con Grecia en el Mediterráneo y entablan con ella diferentes relaciones. Y hay muchas diversas expresiones en las que se lo dije, [pero] que eso se queda conmigo», añadió el líder turco.
Macron como presidente ha perdido su reputación en el Parlamento y su país está perdiendo su prestigio en la comunidad internacional, concluyó Erdogan.
El presidente francés, Emmanuel Macron, había afirmado que estaba esperando aclaraciones de las autoridades de Burkina Faso sobre una posible petición para retirar las tropas francesas del país en el plazo de un mes. Antes, los medios de comunicación habían informado que el Gobierno de Burkina Faso había denunciado el acuerdo sobre la presencia de las Fuerzas Armadas francesas, por lo que los militares franceses deben abandonar el país en el plazo de un mes.
A finales de septiembre de 2022, los medios de comunicación informaron que un grupo militar de Burkina Faso, dirigido por el capitán Ibraim Traoré, anunció la destitución del teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, jefe del Gobierno de transición del país, así como la suspensión de la Constitución del país y la disolución del Gobierno. Damiba dijo que estaba dispuesto a dimitir voluntariamente si los rebeldes cumplían varias condiciones.
Burkina Faso, situada en la región del Sahel, intenta contener una ofensiva de yihadistas radicales que se prolonga desde 2015.