BUENOS AIRES.— La reforma del Estado propuesta por el presidente argentino Javier Milei fue aprobada con modificaciones por el Senado en la madrugada del jueves, tras una extensa sesión que comenzó el miércoles por la mañana y estuvo marcada por disturbios frente al Congreso.
La vicepresidenta y líder del Senado, Victoria Villarruel, desempató el voto «en general» del texto, que terminó 36-36, con un voto afirmativo, destacando que su decisión fue en apoyo a los argentinos que sufren y esperan un cambio.
La Presidencia celebró la «histórica aprobación» de la ley de Bases de desregulación de la economía, que regresará a la Cámara de Diputados para su sanción final. Esta ley es considerada la reforma legislativa más ambiciosa de los últimos 40 años.
Este es el primer respaldo del Congreso en los seis meses de gobierno de Milei, cuyo partido La Libertad Avanza tiene solo siete de las 72 bancas en el Senado, lo que dificultó el proceso legislativo. El proyecto, inicialmente rechazado en la Cámara de Diputados, fue modificado significativamente, reduciendo su contenido original de 600 artículos a un tercio.
En la discusión «en particular» de los diez títulos de la reforma, se aprobó la delegación de facultades legislativas al presidente Milei, lo que generó controversia.
El Senado también debatió una reforma fiscal que incluye la reinstalación de un impuesto a las ganancias sobre salarios y jubilaciones, y aprobó un incentivo a las grandes inversiones, ofreciendo ventajas fiscales, aduaneras y cambiarias durante 30 años a capitales extranjeros mayores a 200 millones de dólares.
Entre los 238 artículos de la ley de Bases, se incluyó la posibilidad de privatizar varias empresas, excluyendo Aerolíneas Argentinas, y una reforma laboral que amplía el período de prueba y flexibiliza las indemnizaciones por despido.
La Presidencia denunció a través de la red X la acción de «grupos terroristas» que intentaron perpetrar un golpe de Estado con palos, piedras y granadas. Las protestas continuaron en distintos puntos de Buenos Aires, con cacerolazos y bocinazos, y en un partido de fútbol, hinchas de Argentinos Juniors corearon «¡La patria no se vende!».