Reunión sobre plan de reconstrucción concluye sin acuerdo

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Rusia

BRUSELAS.- La videoconferencia de los jefes de Estado y de Gobierno terminó sin acuerdo y sólo se concretó reanudar las conversaciones en julio.

A pesar de que la estructura del plan de rescate europeo parece estar asumida, el monto total, sus condiciones y la fecha de habilitación de la ayuda dividen al Bloque que mezcla el sentido ideológico y geográfico.

Las naciones del norte tensan con el sur. Dinamarca y Suecia cuentan con gobiernos socialistas, el primer ministro de Países Bajos es liberal y Austria es gobernada por un conservador perteneciente a la familia popular. Pero ninguno de los cuatro desea ampliar el presupuesto comunitario y sobre todo se oponen a que la base del fondo de recuperación la conformen las ayudas.

El encuentro telemático convocado por la Comisión Europea se extendió por unas cuatro horas y dejó patente la división de opiniones existente acerca de las condiciones en las que se va a distribuir.

La reunión escenificó la dificultad para llegar a un consenso sobre el tamaño final de las ayudas, su procedencia, sus destinatarios y el momento en que se asignarán.

Los países del sur, como España e Italia, se perfilan como los principales receptores, ya que resultaron específicamente afectados por la pandemia del COVID-19.

España podría recibir 140.446 millones de euros en dos desembolsos; El grueso de 77.324 millones.mediante transferencias directas, y el resto a través de préstamos. En total, el país ibérico sería beneficiario del 20% del plan de ayuda.

Cabe recordar que la base de lo que se está negociando está conformado por un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros, de los cuales 500.000 millones se destinarán a subsidios y el resto a préstamos.

El fondo se llama Next Generation EU y para financiarlo el órgano que dirige Ursula von der Leyen emitirá deuda y se dirigirá a los mercados.

El flojo resultado del encuentro de este sábado deja una sensación de decepción. No obstante, la de hoy es solo la primera de una serie de cumbres de alto nivel que habrán de celebrarse hasta encontrar el camino para los consensos necesarios.

Los llamados países del norte son quienes se oponen ferozmente a mutualizar cualquier plan de ayuda.

La cumbre ha supuesto una primera toma de contacto entre las posiciones enfrentadas. Las declaraciones del canciller de Austria, Sebastian Kurs, esbozan la idea de las cuestiones que los países del sur tendrán que litigar para que el dinero fluya sin contratiempos.

“El fondo de reconstrucción no debe ser una unión de deuda permanente; debe haber un límite de tiempo claro. También es necesario discutir en qué se gasta el dinero, cómo se distribuye y a qué condiciones se debe vincular la ayuda”, aseveró Kurs.