SEÚL.- Samsung Electronics ofreció disculpas el viernes por la enfermedad y muerte de algunos de sus trabajadores y señaló que no logró crear un ambiente laboral seguro en sus fábricas de microchips y pantallas.

El anuncio se hizo semanas después que el gigante tecnológico y un grupo que representa a los trabajadores de Samsung enfermos aceptaron los términos de compensación sugeridos por un mediador para cerrar un conflicto que se ha alargado por más de una década. La disculpa de la empresa formaba parte de dicho acuerdo. 

Kinam Kim, jefe de la división de Soluciones de Dispositivos de Samsung, aseguró que la compañía no “manejó adecuadamente las amenazas a la salud” en sus líneas de manufactura de semiconductores y de tantas de cristal líquido. Según reportes, decenas de empleados que ocupaban esos puestos sufrieron graves enfermedades como leucemia y tumores cerebrales. 

“Ofrecemos nuestras sinceras disculpas a nuestros trabajadores que han sufrido enfermedades y a sus familias”, señaló Kim en una conferencia de prensa desde Seúl a la que asistieron activistas y parientes de los afectados. 

Pero pese a cerrar el acuerdo y admitir errores en sus estándares de seguridad, Samsung aún no ha reconocido plenamente a su entorno laboral como la casa directa de las enfermedades. 

El movimiento cívico contra Samsung comenzó en 2007, cuando Hwang Sang-gi se negó a aceptar un acuerdo luego de su hija de 23 años muriera de leucemia luego de trabajar en una fabrica del grupo. Los esfuerzos del padre por aclarar la causa del deceso de Yu-mi impulsaron un movimiento más amplio para hacer que el gobierno y las empresas asumiesen la responsabilidad por las fallas de seguridad en las industrias de chips y pantallas, que emplean grandes cantidades de químicos. 

El acuerdo señala que Samsung compensará varias de las enfermedades sufridas por personas que trabajaron en sus fabricas de chips y LCD desde 1984, incluyendo  una indemnización de hasta 150 millones de iones (132.000 dólares) por leucemia. Los pagos también cubrirán abortos y enfermedades congénitas en los hijos de los obreros, como cáncer infantil.