KASTANIÉS.- Otra vez este sábado los gases lacrimógenos y las bombas de humo enturbiaron la frontera terrestre entre Turquía y Grecia en un nuevo brote de tension por los migrantes y refugiados que buscan ingresar a la Unión Europea.
La prensa internacional en la zona sostiene que los proyectiles venían del territorio turco y que se disparaban hacia la policía griega cerca del cruce de Kastaniés. Las autoridades helenas también dispararon algunos gases lacrimógenos.
The harassment game continues at the #Greekborder while #Greece remains under #HybridWar
Video from this morning at #Kastanies #GreeceDefendsEurope #Greece_under_attack #Evros pic.twitter.com/JeVW84dBnI— Kostas (@KostaOnTrade) March 7, 2020
Mientras tanto, cientos de personas intentaban pasar la alta valla perimetral del lado turco, en medio de empujones.
Miles de inmigrantes han estado tratando de entrar en Grecia, un estado miembro de la UE, desde que Turquía señaló el 28 de febrero que ya no trataría de mantenerlos en su territorio como se acordó en 2016 con el Bloque europeo a campo de miles de millones de euros en ayuda.
Ankara argumentó que ya no podía contener a los cientos de miles de migrantes que acoge, ni la probabilidad de que haya más refugiados en camino por la intensificación de los combates en el noreste de Siria, pero Grecia intenta mantener a raya la nueva afluencia de personas.
El Ejército y la Policía antidisturbios griega reforzaron la seguridad en las tierras fronterizas, lo mismo han hecho sus homólogos turcos, dejando a los refugiados en el medio.
Este sábado en la mañana se trasladó maquinaria pesada a la zona fronteriza del lado griego y se vio una excavadora cavando terraplenes cerca de Kastaniés.
Este viernes Ankara acusó la UE de utilizar a los migrantes como herramientas políticas y permitir que el derecho internacional sea pisoteado, después de que los ministros de asuntos exteriores del Bloque dijeran que trabajarían para detener la migración ilegal hacia Europa.
A la de por sí ya grave situación humanitaria en esa zona, se suma el brote de coronavirus que agudiza el drama de los migrantes. Prohibido el ingreso dice Hungría. De a uno, dice Grecia. Cuidado con ellos, pueden tener coronavirus, advirtió Croacia.