WELLINGTON.— Nueva Zelanda comenzará con una normativa que gradualmente prohibirá casi en su total el tabaco a partir de 2023 e impedirá que cualquier persona nacida después de 2008 compre cigarrillos, reduciendo al mismo tiempo la cantidad de nicotina en los productos que están a la venta.
Según el texto, aprobado el pasado martes por el Parlamento, y destinado a reducir el número de consumidores de productos de tabaco, la edad legal para poder fumar se elevará cada año de manera progresiva.
Así, la ley prohíbe vender tabaco a los nacidos a partir del 1 de enero de 2009. Esto significa que la edad mínima para comprar cigarrillos seguirá subiendo y subiendo. En teoría, alguien que intente comprar un paquete de cigarrillos dentro de 50 años necesitaría un documento de identidad que demostrara que tiene al menos 63 años.
Las disposiciones son un paso «hacia un futuro sin tabaco«, según la ministra Ayesha Verrall, quien impulsó la legislación.
«Miles de personas vivirán vidas más largas y saludables, y el sistema sanitario se beneficiará de 5.000 millones de dólares neozelandeses [unos 3.000 millones de euros o dólares] al no tener que tratar enfermedades provocadas por el tabaquismo, como muchos tipos de cánceres, infartos, ictus y amputaciones», dijo.
La tasa de fumadores adultos ya es baja en Nueva Zelanda, donde alcanza el 8 %. El texto adoptado el martes y denominado «Ambientes libres de tabaco» quiere reducir esta tasa a menos del 5% para 2025.