PARÍS.- Francia comenzó este lunes una semana decisiva para intentar salir de la crisis social se que opone a la actual administración de Emmanuel Macron y los sindicatos sobre la polémica cuestión de la reforma provisional.
“El compromiso nunca pareció tan cerca”, aseguró hoy el ministro de Economía, Bruno Le Maire, a la prensa francesa.
El gobierno buscará una nueva ronda de negociaciones con los sindicatos que realizarán dos grandes jornadas de movilización el jueves y el sábado en medio del muslo por la reforma que tiene al país sumido en la huelga de transportes más larga de toda la historia.
Este paro en los transportes, que afecta a los trenes, metros y buses desde el 5 de diciembre, es ya el más largo de la historia del país. Ya que superó la movilización del invierno de 1986-1987, cuando los trabajadores de la compañía francesa de ferrocarriles estuvieron de huelga 28 días.
El sindicato reformista CFDT, fiel en la balanza en la negociación, y la mayoría pusieron sobre la mesa hoy algunas hipótesis de compromiso para que las estudie el primer consejo de ministros del año en París, antes de la reapertura de las negociaciones previstas para este martes.
Sin embargo, el camino pinta difícil. Opositores puros y duros a la reforma como el sindicato CGT anunciaron nuevas medidas de fuerza.
Según un sondeo, más de la mitad de los franceses (55%) está en contra de la reforma de Macron y quienes apoyan el paro siguen siendo más numerosos a quienes se oponen.