PEKÍN.- La declaración que pronunció el presidente chino, Xi Jinping, el 2 de enero del presente año donde propuso “Los Cinco Puntos de Xi”, es una clara intención de imponer el llamado “Principio de una sola China”, y “Un país, dos sistemas” a Taiwán.
Las palabras de dicha declaración significa la constante negación china de reconocer a Taiwán como un país soberano, y también el hecho que, los dos territorios se encuentran bajo reglas separadas, sin embargo insiste en negar el reconocimiento del mismo, igualmente el Partido Comunista ha anunciado que no descartará el uso de la fuerza militar contra Taiwán, esto ha afectado la paz y la estabilidad en la región Asia- Pacífico.
Imponiendo el modelo “Un país, dos sistemas”, el gobierno chino intenta destruir la República de China y la democracia de Taiwán. Es decir, el objetivo es eliminar la soberanía de China para de esta manera reprimir el sistema libre y democrático de Taiwán.
Asimismo, China recientemente ha intensificado su presión a grandes multinacionales en numerosos países para que cambiaran el nombre de Taiwán y para que la participación del país en disputa en organismos internacionales se tramite a través de Pekín.
Una encuesta realizada en enero de este año por el Consejo para los Asuntos de China Continental de Taiwán reveló que cerca del 74% de los taiwaneses no aceptan el “Consenso de 1992” definido por China como el principio de “Una Sola China”, con la fórmula de “Un país, dos sistemas”. En el mismo resultado, el 89.3% dijeron que el futuro de Taiwán y las relaciones a través del Estrecho debería ser decidido por los 23 millones de ciudadanos taiwaneses, mientras que el 77.2% de ellos dijeron que se oponían a la decisión de China de no renunciar al uso de la fuerza contra Taiwán.
Taiwán es un país soberano e independiente, nunca ha estado bajo jurisdicción, ni ha sido parte de la República Popular China. Con el proceso de democratización que Taiwán había llevado a cabo, el país puede elegir a su presidente y legisladores con voto libre, la libertad total de expresión, la autonomía de política exterior y la propia defensa de su territorio.
La isla en disputa seguirá trabajando y esforzándose en mantener el status quo a través del estrecho, mientras mejora sus relaciones con país democráticos. Por su parte, China ha persuadido a cinco aliados de Taiwán a romper relaciones diplomáticas y se esfuerza por obstruir la participación taiwanesa en organizaciones internacionales.
La tensión entre China y Taiwán escala un nivel más cada semana. A finales de marzo, las Fuerzas Aéreas de Taiwán enviaron varios aviones de combate tras detectar la incursión de dos cazas J-11 chinos en el espacio aéreo taiwanés.
Asimismo, China reafirmó que se «opone» al contacto oficial y a la conexión militar de cualquier tipo entre Estados Unidos y Taiwán.