WASHINGTON.- El presidente Donald Trump está dispuesto a aceptar menos dinero del que ha exigido para la construcción del muro en la frontera con México, dijo el domingo un alto funcionario de la Casa Blanca, mientras que un legislador demócrata señaló que su bancada podría mejorar su propuesta presupuestal pero sin desestimar recursos para esa estructura.
El mandatario advirtió que el país atravesaría un cierre de gobierno “muy largo” si los demócratas no cedían en su demanda de recursos para la colosal construcción, una de sus grandes promesas en campaña.
El jefe de despacho interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, advirtió que la paralización podría alargarse hasta enero, cuando asuma el nuevo Congreso.
Mulvaney, quien también está a cargo de la oficina presupuestaria de la residencia presidencial, dijo estar a la espera de la respuesta del líder demócrata del Senado, Chuck Schummer, a quien el Gobierno presentó una contrapropuesta en medio de la disputa de larga data en torno a la financiación del muro.
El funcionario no abundó en detalles pero señaló que la cantidad propuesta está entre los 5.700 millones de dólares solicitados por Trump y los 1.300 millones que los demócratas están ofreciendo.
En ese sentido, como resultado del cierre parcial del gobierno, solo los servicios vitales y de seguridad nacional continúan operando. Por el contrario, oficinas administrativas que son consideradas no esenciales, dese áreas del Departamento de Estado hasta la administración de parques nacionales, son cerradas y sus funcionarios enviados a casa hasta que haya recursos para su operación.
De esta manera, una cuarta parte de las agencias federales, incluidos los departamentos de Seguridad Nacional, Transporte, Agricultura, Estado y Justicia, se vieron afectados por el cierre. De igual manera, los parques naciones y los bosques administrados por el Gobierno, que tuvieron que cerrar sus puertas.
Cerca de 800.000 empleados públicos fueron puestos en licencia sin sueldo desde este sábado mientras que otros, para servicios considerados esenciales, tuvieron que trabajar sin recibir ningún pago.
Ese se trata del tercer cierre de gobierno que sucede en Estados Unidos durante el 2018, tras los ocurridos en enero, de tres días, y febrero, unas pocas horas, por cuestiones migratorias.