WASHINGTON.- En la noche de este lunes lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió “poner fin a los disturbios y la anarquía” que se “han extendido” en el país durante las protestas. El presidente tachó los actos de vandalismo como “terrorismo doméstico”.
🇺🇲 Se han reportado dos tiroteos en Las Vegas. Un policía habría recibido un disparo en la cabeza.pic.twitter.com/ayDrOg5nKp
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El mandatario aseguró estar “movilizando todos los recursos federales disponibles, civiles y militares, para detener los disturbios y el saqueo, poner fin a la destrucción y el incendio provocado, proteger los derechos de los estadounidenses respetuosos de la ley, incluidos sus derechos de la Segunda Enmienda”.
Este lunes, en decenas de ciudades de ese país, manifestantes salieron a la calle para rechazar la muerte de George Floyd, un afroestadounidense que murió bajo custodia del oficial Derek Chauvin, quien lo asfixió durante ocho minutos y está imputado por homicidio.
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Este lunes, el médico forense del condado de Hennepin, Minnesota, determinó que la muerte de Floyd fue un homicidio, causado por un paro cardíaco y respiratorio que ocurrió por la brutalidad del agente.
Según el informe de la autopsia, Floyd, de 46 años, murió como consecuencia de un “paro cardiopulmonar” que ocurrió cuando estaba siendo reducido por uno “ o varios” agentes de la ley que lo inmovilizó y aplicó “compresión en el cuello”.
Asimismo, en California, fueron activados 1.100 miembros de la Guardia Nacional a medida que avanzan los disturbios en todo el estado y en todo el país, según anunció el gobernador Gavin Newsom.
“Hoy, agregamos otros 1.100, por lo que tenemos más de 4.500 hombres y mujeres de la Guardia Nacional que están disponibles en todo el estado de California”, aseveró el funcionario durante una rueda de prensa.
Newsom, en la misma línea del presidente Trump, aseguró que la violencia es estimulada por anarquistas y por grupos que actúan fuera del estado.
Gretchen Whitmer, gobernadora de Michigan, por su parte sostuvo que la llamada con el presidente Trump para discutir las violentas protestas “fue profundamente inquietante porque el mandatario exigió una represión más fuerte contra los manifestantes”.
“Participé en una llamada con mis colegas gobernadores y el actual presidente que fue profundamente inquietante, Trump les dijo a los gobernadores “que acabaran con ello seriamos anulados”, comentó Whitmer.
En palabras de la gobernadora, Trump les pidió a los gobernadores dominar a los manifestantes o “parecerán un montón de idiotas”.
Mientras tanto, en Nueva York, este lunes se dispuso un toque de queda desde las 23:00 horas, en un intento de las autoridades por evitar otra noche de destrucción.
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Así, Nueva York se unió a otras ciudades en todo el país al imponer medidas después de seis días de protestas, altercados con la policía y saqueos nocturnos en el corazón de Manhattan. La restricción aplica para ocho millones de habitantes y se produce luego de las fuertes medidas de confinamiento dictadas por la pandemia de COVID-19.
Asimismo, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, confirmó que desplegará 4.000 policías más, para un total de 8.000, y prohíbe hasta las 5 de la mañana de este martes, todo movimiento no esencial. La drástica medida no se aplicaba en esa ciudad desde los disturbios de Harlem en 1943, también ocasionados por motivos raciales cuando salió a luz que un policía blanco había disparado a un soldado afroamericano.
Trump también aseguró que el toque de queda en Washington se aplicará estrictamente y calificó la situación de la capital como “una desgracia”.