WASHINGTON.— El presidente Donald Trump anunció este miércoles que EE.UU. aplicará un arancel del 15% a las importaciones provenientes de Corea del Sur, por debajo del 25% que se había amenazado previamente, como parte de un acuerdo que busca reducir tensiones con uno de los diez principales socios comerciales del país y aliado clave en Asia.
Corea del Sur también acordó invertir 350 mil millones de dólares en Estados Unidos en proyectos seleccionados por Trump y comprar productos energéticos por un valor de 100 mil millones de dólares.
El acuerdo, anunciado tras una reunión entre Trump y funcionarios surcoreanos en la Casa Blanca, se dio en medio de una serie de anuncios sobre política comercial. Muchos países están apurando negociaciones antes del 1° de agosto, cuando entrarán en vigor aranceles más altos prometidos por Trump.
«Me complace anunciar que Estados Unidos ha alcanzado un Acuerdo Comercial Total y Completo con la República de Corea», escribió Trump en Truth Social.
Las negociaciones representaron una primera prueba para el presidente surcoreano Lee Jae Myung, quien asumió el cargo en junio tras una elección anticipada. Señaló que el acuerdo eliminaba incertidumbres y establecía aranceles estadounidenses iguales o más bajos que los de los principales competidores.
«Hemos superado un gran obstáculo», dijo Lee en una publicación en Facebook. Trump agregó que Lee visitará la Casa Blanca «en las próximas dos semanas» para su primera reunión con el presidente estadounidense.
Corea del Sur aceptará productos estadounidenses, incluidos automóviles y productos agrícolas, sin imponer aranceles a su ingreso al país, agregó Trump.
Sin embargo, los principales funcionarios surcoreanos afirmaron que los mercados de arroz y carne vacuna del país no se abrirán más allá de lo actual, y que continúan las discusiones respecto a las regulaciones alimentarias exigidas por EE.UU.
Seúl parece haber defendido sus barreras no arancelarias al tiempo que mantuvo su nivel de aranceles a la par de Japón y la Unión Europea, según el economista de Citi, Kim Jin-wook. «Aunque el titular parece una gran victoria para EE.UU., los detalles parecen ser favorables para Corea del Sur», afirmó.
LOS DETALLES IMPORTAN
Corea del Sur parece haber evitado el peor escenario, coincidió Cheong In-kyo, exministro de Comercio surcoreano. Pero también advirtió que la percepción del acuerdo podría cambiar si los 350 mil millones de dólares no se usan adecuadamente.
No estaba claro en qué consistirían las inversiones, de dónde saldría el financiamiento, en qué plazos se implementarían los proyectos ni qué tan vinculantes serían los términos. Trump adelantó que se anunciarían más inversiones surcoreanas más adelante.
Del total, 150 mil millones se destinarán a una alianza en construcción naval, mientras que los otros 200 mil millones incluirán sectores como semiconductores, energía nuclear, baterías y biotecnología, informó Kim Yong-beom, jefe de políticas de la oficina presidencial surcoreana, en una conferencia de prensa.
Aseguró que «la ambigüedad es buena», y agregó que los negociadores se aseguraron de que existan salvaguardas sobre cómo se usarán los fondos.
Según otro funcionario presidencial, se incluirán planes de inversión ya existentes por parte de empresas surcoreanas dentro de ese fondo.
El secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, dijo en una publicación en X que el 90% de las ganancias del fondo de 350 mil millones «irá al pueblo estadounidense».
Kim interpretó que eso implica que parte de las ganancias podrían reinvertirse.
Las compras energéticas incluirán gas natural licuado (GNL), gas licuado de petróleo (GLP), petróleo crudo y una pequeña cantidad de carbón, añadió.
«Esto está dentro de nuestros volúmenes habituales de importación», indicó, aunque podría implicar un «ligero cambio» en la mezcla de importaciones del Medio Oriente hacia más fuentes estadounidenses.
Lutnick señaló que las compras energéticas se realizarán «en los próximos 3,5 años».
El arancel sobre autos surcoreanos también será del 15%, dijo Lutnick, bajando desde el nivel actual del 25%. También afirmó que las exportaciones de semiconductores y productos farmacéuticos no recibirán un trato más severo que los de otros países. El acuerdo no incluye productos como acero, aluminio y cobre.
APURO EN COREA DEL SUR
Corea del Sur es uno de los tres países de Asia-Pacífico que contaba con un acuerdo de libre comercio integral con Estados Unidos, pero eso no lo salvó de los nuevos aranceles.
Las negociaciones se desarrollaron en un contexto político convulsionado en Corea del Sur, luego de que el expresidente Yoon Suk Yeol fuera destituido en abril tras ser acusado de intentar imponer la ley marcial. La presión sobre los negociadores aumentó después de que Japón cerrara su propio acuerdo a principios de mes.
Trump ha apuntado particularmente contra Corea del Sur por su superávit comercial y el costo de mantener unos 28.500 soldados estadounidenses en el país para disuadir a Corea del Norte. El año pasado, Corea del Sur registró un superávit récord de 55.700 millones de dólares con Estados Unidos, un aumento del 25% respecto al año anterior.
Las empresas surcoreanas celebraron el acuerdo, señalando que reduce la incertidumbre.
En medio del apuro de último momento para llegar a un acuerdo arancelario, Samsung Electronics firmó un acuerdo de 16.500 millones de dólares con Tesla para el suministro de chips.
LG Energy Solution también cerró un contrato por 4.300 millones de dólares para proveer baterías para sistemas de almacenamiento de energía a Tesla, según una fuente familiarizada con el tema.