WASHINGTON.- Mientras los casos del virus en Estados Unidos continúan subiendo y crece la cifra de muertos, la Casa Blanca desautoriza a su experto en coronavirus, minimizando los riesgos mientras el presidente, Donald Trump, presiona para reactivar la economía antes de enfrentarse a las elecciones en noviembre.
El caso de Estados Unidos, donde los contagios remitieron para luego multiplicarse, se ha convertido en una advertencia para otros países. No obstante, el jefe de Estado insinúa que la gravedad de la pandemia, que ya se cobró la vida de más de 135 mil conciudadanos, está siendo exagerada por los críticos para socavar sus planes de reelección.
Este lunes, el gobernador de California ordenó desacelerar la reapertura del estado ante un vertiginoso aumento de los casos de COVID-19, mientras los distritos más grandes del estado en materia de educación San Diego y Los Ángeles, anunciaron que todo el aprendizaje será vía Internet cuando las clases se reanuden en unas semanas.
Gavin Newson, gobernador de California, cerró bares y prohibió el funcionamiento en todo el estado de restaurantes que no estén al aire libre, al tiempo que decidió también el cierre de iglesias, gimnasios y salones de belleza en los condados más afectados.
El gobernador actuó de esta manera en momentos en que el coronavirus está saturando los hospitales en varios condados rurales y en que las infecciones aumentan con fuerza en Los Ángeles y partes del área de la Bahía de San Francisco.
Newson también choco con Trump que exigió la reapertura de los centros de educación en todo el país para que se realice el aprendizaje presencial en el otoño boreal.
El equipo de campaña de Trump considera que la reapertura de la educación es necesaria para recuperación económica, especialmente considerando los padres que trabajan con niños pequeños desde su casa.
Este lunes, el presidente Trump retuiteó un post de Chuck Woolery, reconocido presentador de televisión, en el que afirma que “todo el mundo miente” sobre el COVID-19. El tuit de Woolery atacaba no sólo a los medios y los demócratas, sino también a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades y la mayoría de los médicos “en los que nos dicen que confiemos. Creo que todo gira en torno a las elecciones y en impedir que la economía se recupere”.
A su vez, los altos cargos de la Casa Blanca redoblaron sus ataques contra el doctor Anthony Fauci, el experto más prominente que tiene Estados Unidos en enfermedades infecciones.
Fauci se ha visto cada vez más relegado por la Administración Trump conforme advierte sobre el virus y los rebrotes, un mensaje muy mal recibido en un momento en el que Trump se centra en presionar por abrir la economía.
“Ni siquiera hemos empezado a ver el final”, dijo Fauci este lunes en una charla con un decano de la Facultad de Medicina de Stanford, en la que pidió un “paso atrás” en las reaperturas.
Florida, Arizona, California y Texas se han convertido en los nuevos epicentros de la pandemia en Estados Unidos. Las infecciones han aumentado rápidamente en aproximadamente 40 de los 50 estados del país en las últimas dos semanas.
A pesar de los casi 28.000 casos nuevos de coronavirus en los últimos dos días, Florida no ha anunciado nuevas medidas, como el uso obligatorio de las mascarillas en todo el estado, y Disney World, en Orlando, sigue abierto.