WASHINGTON.— El presidente Donald Trump afirmó que probablemente impondrá aranceles a los productos farmacéuticos hacia finales de mes, y que los gravámenes a los semiconductores podrían llegar poco después. Estas medidas se aplicarían junto con tarifas “recíprocas” más amplias programadas para entrar en vigencia el 1° de agosto.
“Probablemente a fin de mes, y vamos a comenzar con un arancel bajo y darle a las farmacéuticas un año aproximadamente para adaptarse, y luego vamos a establecer un arancel muy alto”, dijo Trump el martes a periodistas al regresar a Washington tras participar en una cumbre sobre inteligencia artificial en Pittsburgh.
Trump también señaló que el calendario para imponer aranceles a los semiconductores era “similar” y que era “menos complicado” aplicar gravámenes a los chips, aunque no dio más detalles.
Durante una reunión de gabinete a principios de mes, Trump ya había dicho que planeaba imponer un arancel del 50% al cobre en las próximas semanas, y que esperaba que los aranceles a los medicamentos alcanzaran hasta un 200% después de darles a las empresas un año para repatriar su producción a Estados Unidos.
También inició investigaciones bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 sobre los medicamentos, alegando que la avalancha de importaciones extranjeras representa una amenaza para la seguridad nacional.
Aun así, cualquier arancel podría afectar de inmediato a farmacéuticas como Eli Lilly & Co., Merck & Co. y Pfizer Inc., que fabrican medicamentos en el extranjero, y generar un aumento de precios para los consumidores estadounidenses. Lo mismo ocurre con los planes de aranceles a los semiconductores, que podrían impactar no solo a los chips en sí, sino también a productos populares como laptops y smartphones de Apple Inc. y Samsung Electronics Co.
La amenaza se da mientras Trump ha enviado en los últimos días cartas a varios socios comerciales dictando unilateralmente los aranceles que aplicará a muchas importaciones, aunque insiste en que continuará con las negociaciones. Más temprano el martes, Trump anunció un acuerdo con Indonesia para reducir del 32% al 19% el arancel anunciado en una de esas cartas. Como parte del pacto, Indonesia acordó comprar US$ 15.000 millones en energía estadounidense, US$ 4.500 millones en productos agrícolas y 50 aviones de Boeing Co., según informó el gobierno de EE.UU.
Trump anticipó que podría cerrar “dos o tres” acuerdos comerciales con países antes de implementar los aranceles recíprocos el 1° de agosto, y mencionó que un acuerdo con India era uno de los más probables. También indicó que Estados Unidos mantenía conversaciones sustantivas con entre cinco y seis países, aunque aclaró que no necesariamente estaba dispuesto a cerrar acuerdos si podía simplemente fijar una tasa arancelaria.
“Diría que con India, y tenemos un par de países más, pero debo decirles que, en general, estoy muy conforme con las cartas”, expresó Trump.
El expresidente también comentó que probablemente impondría un arancel estándar de “un poco más del 10%” a países más pequeños que no reciban tarifas personalizadas.
Ese mismo martes, Trump afirmó que representantes de la Unión Europea —que enfrenta un arancel del 30%— se reunirán esta semana con negociadores estadounidenses. Tras volver de Pittsburgh, sostuvo que algunos países, como Corea del Sur, habían mostrado disposición para “abrir” su comercio luego de sus amenazas, mientras que otros, como Japón, no lo habían hecho.
Trump también desestimó las preocupaciones sobre su amenaza, realizada a principios de semana, de imponer aranceles “secundarios” a los socios comerciales de Rusia si Moscú no acepta un alto el fuego con Ucrania. A pesar de las advertencias de expertos sobre el impacto en los precios de la energía, Trump dijo: “No lo creo. Creo que todo eso va a desaparecer”.

