Nueva York.- El presidente Donald Trump minimizó cualquier posible amenaza de parte de racistas blancos después de un hombre armado acusado de intentar contra dos mezquitas en Nueva Zelanda calificara al mandatario norteamericano de ser “un símbolo de identidad blanca renovada”.
Trump, cuyas propias respuestas previas al movimiento racista blanco han atraído la atención pública, manifestó este viernes en la noche las condolencias por las víctimas que murieron en “lugares de culto convertidos en escenas de asesinatos perversos”.
Sin embargo, se negó a unirse a las expresiones de preocupación, crecientes en todo el mundo, por el nacionalismo blanco. Cuando fue cuestionado si creía que era una amenaza creciente en todo el mundo, respondió: “En realidad no”.
“Creo que es un pequeño grupo de personas que tienen problemas muy, muy graves, supongo”, dijo Trump. “Si se observa lo que pasó en Nueva Zelanda, tal vez sea así. Aún no sé lo suficiente sobre eso, pero ciertamente es algo terrible”.
El hombre acusado de los tiroroteos en Nueva Zelanda, cuyo nombre no se dio a conocer de inmediato, dejó un largo documento que describía sus motivaciones. Declaró con orgullo que era un nacionalista blanco australiano de 28 años que odia inmigrantes y que provocado por ataques perpetrados por musulmanes en Europa. En una sola referencia, mencionó a Donald Trump.
Trump, como candidato a la presidencia, propuso prohibir la entrada de todos los musulmanes a Estados Unidos, ha sido criticar por su lentitud a la hora de condenar a los supremacistas blancos y la violencia causada por ellos.