CIUDAD DE MÉXICO.—Las autoridades mexicanas han trasladado a más de 4.000 personas a albergues después de que se escondieran en sus casas tras varios días de asedio por parte del crimen organizado en un poblado del estado sureño de Chiapas, una región afectada por la violencia relacionada con el crimen organizado.
La fiscalía de Chiapas informó el sábado que había «rescatado a 4.187 personas» en el municipio de Tila, quienes «se encontraban escondidas en sus domicilios tras los actos de violencia ocurridos en este lugar», y las trasladó a varios albergues del estado.
El organismo también inspeccionó 17 inmuebles incendiados, incluyendo casas y negocios, donde encontraron dos personas fallecidas, una de ellas menor de edad.
Además, inspeccionaron 21 vehículos de diferentes marcas y modelos, los cuales fueron incendiados y vandalizados. Este domingo, la fiscalía confirmó la detención de seis personas en la zona por transportar armas de fuego sin licencia, con la participación del Ejército, la Guardia Nacional y autoridades estatales en el operativo.
Aunque las autoridades no detallaron los actos de violencia, la prensa mexicana reportó que varios hombres armados llegaron al poblado disparando y quemando casas y negocios durante varios días. El diario local Reforma informó que los hombres armados exigieron que todos los jóvenes de la localidad se presentaran para unirse a actividades criminales.
La violencia en Chiapas ha aumentado debido a las disputas entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa, las dos mayores bandas criminales de México. Según el centro de análisis Insight Crime, la disputa es por el control de las localidades fronterizas, una zona clave para el tráfico de drogas, armas y migrantes que atraviesan México rumbo a Estados Unidos.