ASUNCIÓN.- La degradación que sufre el Congreso Nacional no es exclusiva responsabilidad de los diputados. Los representantes de la cámara de Senadores también hacen su aporte a la deteriorada imagen de la institución.
En el porcentaje de legisladores que enfrentan alguna investigación, o cuentan con alguna denuncia por diversos casos, La Cámara Alta supera ampliamente a la cámara Baja. De los 45 senadores, 11, están imputados acusados o con denuncias pendientes.
Algunos de ellos están imputados por enriquecimiento ilícito, declaración falsa,lavado de activos y tráfico de influencias, como es el caso del exsenador González Daher y Oviedo Matto.
Todo esto salió a la luz hace unos años con una investigación del medio local Última Hora, pero hasta al año pasado, cuando se filtraron audios que comprobaban cómo el entonces senador, González Daher, manejaba la Justicia cuando era presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM). Actualmente cuenta con prisión preventiva.
El senador liberal Dionisio Amarilla enfrentará una investigación fiscal, tras una denuncia por enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias. Según el escrito, Amarilla consiguió un nivel económico que no coincide con los salarios recibidos siendo funcionario público, ya que es el único sector donde trabajó.
Y la lista continúa. Tras innumerables denuncias de este tipo, finalmente, el Ministerio Público decidió abrir una investigación en contra varios senadores por estos delitos principalmente: enriquecimiento ilícito, asociación criminal y lavado de activos.
En la Cámara de Diputados son 13 los legisladores con problemas judiciales. De estos solamente uno, José Maria Ibáñez, perdió su banca, mientras que Ulises Quintana, con prisión preventiva, solicitó un permiso especial ante la imposibilidad de asistir a las sesiones. Tomás Rivas evitó su desafuero y Carlos Portillo se viene salvando semana tras semana de perder la investidura por tráfico de influencias. Existen más denuncias sobre otros honorables diputados.