DUSSELDORF.- En el día de ayer, al rededor de 26.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares luego de que se encontrara una bomba de casi dos toneladas, la cual estaba enterrada en un jardín desde la Segunda Guerra Mundial.
La evacuación se produjo ante la necesidad de desactivar la bomba. Todos los edificios presentes en un radio de kilómetro y medio se vieron afectados, entre los cuales había dos hospitales, varias residencias de ancianos y una universidad.
Bomberos y policías acudieron al lugar para asegurarse que los vecinos estén fuera de peligro. Casi mil personas, voluntariamente, colaboraron a la par de los servicios de emergencia en las tareas.
La bomba fue encontrada durante una refacción en el jardín donde estaba enterrada. Especialistas aseguraron que, al estar a menos de un metro de profundidad, su detonación podría haber causado grandes y devastadores daños en la zona.
