NAIPYIDÓ.- La rapidez con la que centenares de miles de refugiados rohinyás regresarán a Birmania debe decidirla Bangladés, dijo este martes la líder birmana, Aung San Suu Kyi, muy criticada por su gestión de esta crisis.
«Es muy difícil para nosotros establecer un cronograma unilateralmente, porque tenemos que trabajar con Bangladés para concretarlo», señaló este martes en una conferencia en Singapur la premio Nobel de la Paz.
Un año después del éxodo masivo de los rohinyás, el futuro de esta minoría musulmana de Birmania sigue siendo incierto por la falta de recursos para atender las necesidades de los campos de refugiados y de voluntad política para respetar el acuerdo de repatriación.
El 25 de agosto de 2017, el ataque de rebeldes rohinyás contra puestos fronterizos desencadenó una sangrienta represión del ejército birmano contra esta minoría, a la que la ONU calificó de «limpieza étnica». Unos 700.000 miembros de esta comunidad huyeron hacia Bangladés y se refugiaron en inmensos campamentos en la región de Cox’s Bazar.
El gobierno birmano aceptó en enero su repatriación. Pero ocho meses después, este acuerdo, firmado con el ejecutivo de Bangladés, sigue sin ser aplicado y menos de 200 rohinyás regresaron a Birmania.