Habrían pagado para espiar a la administración Trump

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NUEVA YORK.- La agencia de inteligencia emiratí le pagó a un hombre de negocios de dicha nacionalidad para espiar al gobierno de Estados Unidos y obtener información sobre sus políticas en Medio Oriente, según un informe de prensa.

Rashid al-Malik recibió decenas de miles de dólares al mes por adquirir información sobre la política de administración de Trump hacia la región en 2017, informó el lunes The Intercept, citando fuentes anónimas y documentos oficiales.

Al-Malik informó al Servicio Nacional de Inteligencia de Emiratos Árabes Unidos (NIS) sobre temas de interés para el estado petrolero del Golfo, incluidos los esfuerzos de Washington para mediar en la crisis regional que pesa sobre Catar, así como de reuniones entre funcionarios estadounidenses y el poderoso príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman.

«Se le encomendó a al-Malik que informara a los manejadores de inteligencia de Emiratos Árabes Unidos sobre temas de importancia para Emiratos Árabes Unidos, como las actitudes dentro de la administración de Trump hacia la Hermandad Musulmana», asegura el informe.

Entre los funcionarios del gobierno emiratí que supervisan a al-Malik se encontraba Ali al-Shamsi, el director de NIS, según las fuentes citadas. Al-Shamsi es «más que un simple espía, también es un mensajero discreto» para el príncipe heredero Mohammed bin Zayed y su hermano Tahnoun bin Zayed, asesor de seguridad nacional de Emiratos Árabes Unidos, aseguró una fuente.

«Al-Shamsi y el gobierno de Emiratos Árabes Unidos creen que pueden influir en Trump haciendo negocios con él», declaró una persona con conocimiento de las operaciones de espionaje de Abu Dhabi.

El abogado de al-Malik negó el informe de noticias y dijo a The Intercept que su cliente «no era un agente de inteligencia». «Nunca se le ha ‘encargado’ entregar información sobre el funcionamiento interno de la administración de Trump», afirmó el abogado Bill Coffield.

Es contra la ley que cualquier persona que no sea un funcionario diplomático o consular opere dentro de Estados Unidos en nombre de un gobierno extranjero sin notificar primero al Departamento de Justicia de Washington.