BERLÍN.— El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, afirmó que «Rusia está rompiendo contratos y culpando a otros«, mientras que «Putin está jugando un juego engañoso«, en el margen de la reducción a la mitad del suministro de gas actual a través del gasoducto Nord Stream 1 por parte de Gazprom.
La empresa gasista rusa informó de que, a partir del miércoles, reducirá a la mitad el suministro actual a través del gasoducto Nord Stream 1 aludiendo a la revisión de una nueva turbina, como ya pasó hace semanas.
El gasoducto actualmente opera a un 40 por ciento de su capacidad, con lo que a partir del miércoles se reducirá a un 20 por ciento, lo que supone unos 33 millones de metros cúbicos de gas por día. Por su parte, Berlín argumenta que los cortes son simplemente un castigo de Rusia por las sanciones.
«Intenta debilitar el gran apoyo a Ucrania y abrir una brecha en nuestra sociedad. Para ello, agita la incertidumbre y hace subir los precios. Estamos contrarrestando esto con unidad y acción enfocada. Estamos tomando precauciones para pasar el invierno», Lamentó Habeck.
La Unión Europea, en su conjunto, y Alemania en particular, dependen en gran medida del gas ruso. Y aunque se están moviendo rápidamente para encontrar alternativas, la energía sigue siendo un área de vulnerabilidad.
Habeck aseguró que Alemania está trabajando para reducir el consumo de gas, en declaraciones posteriores a la emisora ARD. Recalcó que Alemania debe mantenerse unida y aplicar medidas para reducir el consumo de gas. «Sí, Putin tiene el gas, pero nosotros tenemos el poder«, arengó.
Los suministros de gas de los Países Bajos y Noruega seguirán llegando a Alemania, señaló Habeck, quien agregó que los posibles escenarios para el invierno dependen de la cantidad de gas que los alemanes pudieran ahorrar.
Asimismo, subrayó que en caso de escasez grave, el suministro a la industria se reduciría antes que el de los hogares o las infraestructuras protegidas, como los hospitales.
El anuncio de Moscú provocó una fuerte subida del precio del gas natural en Alemania, con un contrato de futuros considerado como un barómetro que subió a 175 euros (178 dólares) por megavatio hora en la bolsa de energía holandesa, un 7,7 por ciento más que el viernes.