BERLÍN.— El Gobierno alemán reconoció que la crisis energética por la que atraviesa Europa podría provocar cierres de hospitales en el territorio bávaro, como una consecuencia más del alto precio de la electricidad.
Las sanciones de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos en contra de Rusia están generando estragos en las economías del viejo continente. El ministro de Salud de Alemania, Karl Lauterbach, advirtió que el sistema hospitalario podría verse afectado por el incremento de precios de los energéticos y por la inflación, que ha llegado a niveles históricos en el país germano.
«Los hospitales están en una situación muy especial. Si no reaccionamos rápida y drásticamente, habrá cierres», aseguró el funcionario alemán a la emisora ARD.
Días antes, Lauterbach comentó que tendría conversaciones con el ministro de Finanzas, Christian Lindner, para tratar de hallar una solución para la situación del sistema de salud en medio de la crisis energética provocada por el conflicto en Ucrania.
«No podemos crear fondos especiales separados para cada ámbito», reconoció Lauterbach cuando le preguntaron sobre la posibilidad de que las autoridades alemanas crearan un fondo exclusivo para el sector sanitario.
La noticia se da a conocer en medio de una ola de protestas en diferentes ciudades europeas por el alto costo de vida y las políticas de Bruselas. Los manifestantes expresaron su descontento por la amenaza de la crisis energética y la inflación, dos problemas que afectan por igual a las grandes empresas y a las familias.
En septiembre pasado, la prensa alemana reveló que, en algunas zonas del país, como en las afueras de Berlín, un consumidor debe pagar entre 700 y 1.515 euros al mes por su servicio eléctrico. Antes, pagaban 143 dólares, pero el conflicto entre Kiev y Moscú ha encarecido la electricidad y el gas.
Ante ese problema, Alemania ha tenido que recurrir a algunas medidas importantes, como la nacionalización de las grandes compañías del sector energético, como Uniper.