BERLÍN.— Alemania se vería gravemente afectada si la presidencia de Trump desatara una guerra comercial entre Estados Unidos y Europa, ya que su sólida industria, que ha sido motivo de orgullo, podría convertirse en una vulnerabilidad.
El expresidente Donald Trump ha propuesto aplicar aranceles de entre el 10% y el 20% a prácticamente todas las importaciones, y hasta un 60% o más a los productos de China, argumentando que estas medidas fortalecerían la industria estadounidense.
Un informe del instituto económico alemán IW, compartido en exclusiva con Reuters, revela que si la administración Trump impusiera un arancel del 20% a la UE y el bloque europeo respondiera con represalias, el PIB de la eurozona caería un 1,3% entre 2027 y 2028, y en Alemania la contracción podría llegar al 1,5%.
El estudio también indica que los efectos negativos sobre el PIB de la UE aumentarían entre 2025 y 2028, mientras que el impacto en Estados Unidos sería más pronunciado en los primeros dos años, con una caída del PIB del 1,3% con aranceles del 10% y del 1,5% con aranceles del 20% en 2025. Sin embargo, con el tiempo, el PIB estadounidense mejoraría, ya que las importaciones disminuirían más que las exportaciones, favoreciendo la balanza comercial.
Alemania, la mayor economía de Europa, ya enfrenta un estancamiento, siendo el único país del G7 que no crecerá durante dos años consecutivos. Un conflicto comercial con Estados Unidos, su mayor socio comercial, agravaría la situación industrial.
Jacob Funk Kirkegaard, investigador principal de Bruegel y del Instituto Peterson de Economía Internacional, comentó a Reuters que si el estímulo económico en China no cumple con las expectativas, Alemania no podrá depender del crecimiento chino para mejorar su situación. Además, un Estados Unidos más proteccionista reduciría aún más las opciones de crecimiento para el país.
En 2023, Estados Unidos superó a China como el mayor socio comercial de Alemania, después de ocho años consecutivos en los que China había liderado el comercio con el país europeo.
El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, subrayó que la mitad del crecimiento de Alemania proviene de las exportaciones y, considerando las tensiones globales, este pilar está bajo amenaza. Las exportaciones alemanas cayeron un 0,3% en 2023 debido a la débil demanda mundial y la creciente tensión geopolítica, y el gobierno proyecta una contracción del 0,1% para este año.
Un estudio de la Fundación Hans Böckler estima que aranceles del 20% reducirían la producción alemana en un punto porcentual en los primeros dos años de aplicación. Además, las exportaciones alemanas a China podrían caer un 9,6% en total si estallara una guerra comercial entre Estados Unidos y China, mientras que las exportaciones a Estados Unidos podrían reducirse un 14,9% en un escenario en el que Washington impusiera aranceles del 60% a China y del 20% a otros países.
El sector automotriz alemán sería uno de los más perjudicados, con una caída del 32% en las exportaciones, mientras que las exportaciones de productos farmacéuticos disminuirían un 35%, según el Instituto Ifo. Esto supondría otro golpe para la industria alemana, que ya lleva años en recesión sin signos de recuperación.
Neil Devaney, socio y codirector del departamento de Reestructuración de Weil en Londres, advirtió que los aranceles internacionales podrían dañar gravemente al sector manufacturero alemán, agravando la debilidad de su base industrial. Incluso con aranceles de solo el 10%, la economía alemana se vería afectada debido a la incertidumbre generada, afirmó Jürgen Matthes, responsable de política económica internacional del IW, quien destacó que uno de los principales problemas actuales es la baja inversión y el consumo, impulsados por el sentimiento de incertidumbre.