BERLÍN.- “En vista de aumento de las cifras, ahora tenemos que adoptar una nueva estrategia”, aseguró la canciller alemana Ángela Merkel después de la conversación con los gobernadores de los 16 estados federales de Alemania a fin de reajustar el plan frente a la crisis del COVID-19.
Las nuevas medidas incluyen una multa mínima de 50 euros (59 dólares) para quien sea sorprendido sin mascarilla en lugares de uso obligatorio, como tiendas y transporte público, acordado por todos los estados, con excepción de Sajonia-Anhalt.
La prohibición de los grandes eventos se extenderá desde finales de octubre hasta el 31 de diciembre. Esto vale para cualquier evento deportivo importante donde el rastreo de contactos es imposible, aseguró Merkel.
Sin embargo, hubo un rayo de esperanza para los aficionados al futbol, después de que los políticos acordaran dejar que un grupo de trabajo elabore un plan para finales de octubre que permita, posiblemente, la presencia de espectadores en grandes eventos deportivos.
También se anunció la cuarentena para viajeros de zonas de riesgo, entre las que se incluye a España, hasta que presenten un test negativo realizado, como pronto, a los cinco días de su llegada al país.