PARÍS.- Las autoridades de Francia y Alemania reprocharon a Italia la detención de Carola Rackete, la detención de la capitana del barco de rescate de inmigrantes Sea Watch 3 quien podría enfrentar hasta diez años de prisión por desembarcar en una isla del país.
«No se debe criminalizar el salvamento marítimo. Salvar vidas es un deber humanitario y corresponde a la justicia italiana aclarar rápidamente las acusaciones», manifestó vía Twitter el ministro del Exterior alemán, Heiko Maas.
«Una joven ha sido detenida en un país europeo porque ha salvado vidas y quería llevar a los rescatados a tierra. Es una vergüenza para Europa«, calificó el máximo responsable de la iglesia evangélica de este mismo país, Heinrich Bedford-Strohm.
El ministro del Interior de Francia, Christophe Castaner, por su parte, afirmó que el cierre de los puertos es una violación a la Ley del Mar y que su país está dispuesto a acoger a diez de los migrantes. No obstante, explicó, es necesario tomar medidas contra la inmigración ilegal.
Desde el Vaticano se animaron a opinar también: «La vida humana debe salvarse. Esa debe ser la estrella guía. Todo lo demás es secundario», comunicó el secretario de estado de la Santa Sede, Pietro Parolin.
La Policía italiana arrestó este sábado a la capitana del barco de rescate de migrantes Sea-Watch 3, Carola Rackete, por atracar en el puerto de la isla de Lampedusa luego de estar casi veinte días a la deriva en el mar con 40 personas a bordo.
En concreto se la acusa de “oponer resistencia a un buque de guerra”, un delito que implica una pena de hasta diez años de prisión. Los migrantes, mientras tanto, permanecerán aún en el barco.