CIUDAD DE MÉXICO.- Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, descartó emprender una “guerra de exterminio” antidrogas, al defender el fundamento moral de su decisión de liberar al hijo del Chapo Guzmán que estaba retenido con fines de extradición a EEUU.
“No vamos a apostar ala guerra del exterminio, le apostamos a la paz, pedimos todos los mexicanos, de manera especial a los que están en malos pasos, que piensen que ese no es el camino, que no es vida, que no dejen de pensar que solo siendo buenos podemos ser felices”, dijo Obrador al abundar en las razones morales de su decisión tomada la tarde del jueves de 17 de octubre, en el marco de enfrentamientos que dejaron ocho muertos y 16 heridos en Culiacán, Sinaloa.
Asimismo, el presidente reconoció que no estaba al tanto del fallido operativo del jueves para detener a Ovidio Guzman. “Yo no estaba informado, no me informan en estos casos, porque hay recomendación general que se aplica, le tengo mucha confianza al secretario de la Defensa”, dijo el jefe de Estado en su conferencia de prensa.
Ovidio Guzmán, uno delos 10 hijos del Chapo, fue detenido brevemente la tarde del jueves en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, pero fue liberado cuando sus hombres fuertemente armados libraron una batalla campal en las calles de la ciudad.
“Cuando me entere que se había generado este conflicto y les pido a mis ministros que se reúnan para tomar una decisión, me lo presentan y yo lo avalo”, agregó López. También dijo que las fuerzas federales seguirán trabajando para detener al hijo de Guzmán.
En esa línea, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH, ombudsman) dijo que “el Estado no puede renunciar a su obligación” de cumplir con una orden de extradición a EEUU, y el fiscal general de la República, Alejandro Gertz, aseguró que la “Fiscalía ha asumido plenamente la investigación la cual será ejemplar, y no va a quedar impune”.