ANKARA.- El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo el viernes que su país pospondría una operación militar contra los combatientes kurdos sirios en el noreste del país, al tiempo dio la bienvenida a la decisión de Washington de retirar sus tropas en el área.
Hablando durante un discurso en Estambul, Erdogan dijo que la decisión de Estados Unidos significa que Turquía «esperará un poco más» antes de iniciar la operación. «Por supuesto, este no es un período de espera abierto», advirtió, y agregó que Turquía está trabajando en planes para «neutralizar los elementos de Daesh» que aún existen en Siria.
Erdogan había anunciado el 12 de diciembre que Ankara comenzaría una ofensiva en el norte de Siria en «los próximos días», pero el 14 de diciembre habló con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en una llamada telefónica. Según el diario turco Hurriyet, Trump habría decidido retirarse de Siria durante esa llamada con Erdogan, ordenando a su asesor de seguridad nacional, John Bolton, «comenzar el trabajo» para preparar la retirada de las tropas.
Erdogan también prometió el viernes despejar Siria de los grupos armados kurdos respaldados por Estados Unidos. «En los próximos meses, veremos un estilo operacional destinado a eliminar los elementos YPG (Unidades de Protección de los Pueblos Kurdos) y Daesh (ISIS) sobre el terreno en Siria», aseguró el presidente. El gobierno turco considera al YPG, respaldado por Estados Unidos, como una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo armado que lucha dentro de Turquía.
Aunque Erdogan acogió con agrado la decisión de Trump de abandonar Siria, dijo que se mantiene «cauteloso» debido a las «experiencias negativas pasadas», refiriéndose a la continua decepción de Ankara por el hecho de que la administración estadounidense no haya dejado de brindar apoyo militar a YPG en su lucha contra ISIS. El apoyo estadounidense al YPG, que encabezó las batallas de Washington en Siria para eliminar a los grupos armados, ha sido durante mucho tiempo una fuente de tensión entre los aliados de la OTAN.