BUENOS AIRES.—El ministro de Economía argentino, Luis Caputo, anunció el viernes 15 de marzo que el Gobierno liderado por Javier Milei logró un superávit financiero en febrero, continuando la tendencia alcanzada en enero.
«El resultado fiscal de febrero nuevamente muestra un superávit financiero», afirmó el titular del Palacio de Hacienda a través de las redes sociales.
Desde que asumió el poder ejecutivo en diciembre, la actual gestión ha enfrentado un estricto ajuste del gasto público, lo que ha llevado a una reducción del 6,3% en los ingresos totales en comparación con febrero de 2023, y una contracción del gasto primario del 36,4%.
En el acumulado de dos meses, los ingresos totales de la administración pública nacional disminuyeron un 2,5% interanual, mientras que el gasto primario cayó un 38%.
Con estos datos, el superávit primario alcanzó los 1,2 billones de pesos (equivalentes a 1.377 millones de dólares al cambio oficial), y el resultado financiero, incluyendo los intereses de la deuda, ascendió a 338.112 millones de pesos (378.000 dólares al cambio oficial).
El superávit primario acumulado en el primer bimestre alcanza los 3,2 billones de pesos (3.625 millones de dólares), equivalente al 0,5% del producto interno bruto (PIB), mientras que el superávit financiero acumulado llega a los 856.520 millones de pesos (957 millones de dólares).
El Gobierno había logrado un superávit financiero en enero por primera vez desde agosto de 2012. La coalición La Libertad Avanza tiene como principal objetivo eliminar el déficit fiscal, y ha llevado a cabo importantes recortes en diversas partidas del sector público nacional.
Por otro lado, el 15 de marzo, la agencia Standard & Poor’s mejoró la calificación de la deuda argentina de largo plazo en moneda extranjera de «CCC-» a «CCC», y elevó la nota crediticia soberana en moneda local de cese de pagos selectivo a «CCC». Esto ocurrió dos días después de haber rebajado la calificación de crédito soberano a cese de pagos selectivo, tras el anuncio de un canje de deuda en pesos que consideró inoportuno.
La calificadora destacó que Argentina realizó su sexto canje de deuda en pesos desde agosto de 2022, catalogándolo como «un canje en dificultades dadas las pronunciadas vulnerabilidades macroeconómicas y una capacidad muy limitada para extender los vencimientos sin depender de los canjes».
En un escenario negativo, S&P podría rebajar las calificaciones crediticias si las medidas políticas socavan el acceso limitado de Argentina al crédito en los próximos doce meses. Por el contrario, una ejecución exitosa de las políticas económicas que mejoren los balances macroeconómicos estructurales, resultados fiscales mejores, una contención de la inflación y una recuperación de la sustentabilidad económica podrían llevar a una mejora en las calificaciones.