SAN DIEGO.- Los arrestos de inmigrantes indocumentados en la frontera entre Estados Unidos y México ascendieron en el pasado mes de noviembre a 51.856 personas, un nuevo récord desde que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos en enero de 2017, según informaron las autoridades.
Este número supone un aumento respecto a octubre cuando se superó el récord de detenciones en la frontera sur estadounidense en la era Trump con 51.001 inmigrantes irregulares arrestados, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
La Patrulla Fronteriza realizó 25.172 arrestos de personas que ingresaron al territorio como familias durante el mes de noviembre, una cifra casi cuatro veces a la registrada durante el mismo periodo del año pasado, según la Oficina de Aduanas. Hubo 5.283 detenciones de niños que viajaron sin compañía de un adulto, lo que representa un incremento de 33% en comparación con el año anterior.
Otro dato registrado por las autoridades, es que muchas familias y niños, en su mayoría de Guatemala, El Salvador y Honduras, se entregan a los agentes y solicitan asilo o algún otro tipo de protección, un cambio drástico con respecto a años atrás cuando las personas que cruzaban ilegalmente eran principalmente mexicanos y no tenían intención de entregarse a los agentes de migración.
La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) de EE.UU., Katie Waldman, aseguró en un comunicado que “los números de la frontera de noviembre de 2018 son el resultado predecible de un sistema de inmigración roto, incluyendo órdenes judiciales defectuosas, que usurpa la voluntad del pueblo estadounidense que ha pedido repetidamente fronteras seguras”.
En base a los últimos datos publicados por el Pentágono, en estos momentos unos 5.600 militares de EE.UU se encuentran desplegados en los estados de Texas (2.400), Arizona (1.400), y California (1.800) para afrontar la llegada de caravanas de inmigrantes a la frontera.