CALIFORNIA.- El incendio forestal que está devastando el norte de California deja un salado de 44 personas fallecidas, hasta ahora, lo que lo convierte en el más mortífero en la historia de ese estado del oeste de Estados Unidos.
Miles de bomberos lucharon por quinto día consecutivo para contener al llamado “Camp Fire”, mientras equipos de búsqueda tuvieron la dolorosa misión de ubicar más restos calcinados.
En medio fuertes vientos, miles de bomberos lucharon por quinto día consecutivo para contener el incendio, logrando apenas pudiendo detenerlo en un 25%,el desastre natural provocó la evacuación de más de 250.000 personas. El fuego es avivado por vientos de casi 100 kilómetros por hora.
“Camp Fire” es también el más destructivo registrado en esa región: arrasó 45.000 hectáreas y 6.700 viviendas en la ciudad de Paradise, en el condado de Butte, prácticamente borrándola del mapa.
Más de 5.100 bomberos de todo el país buscan contener las llamas, mientras equipos de búsqueda especializados, los cuales cuentan con la participación de antropólogos y especialistas de ADN, recorren la tierra arrasada para buscar e identificar restos humanos, en varios casos reducidos a cenizas.
El presidente Donald Trump declaró “una gran catástrofe en el estado de California y ordenó ayuda federal adicional” para las áreas afectadas, señaló la Casa Blanca en un comunicado. Esto libera fondos para los condados de Butte, Los Ángeles y Ventura.
En el lado sur del estado, los bomberos luchan contra Woolsey Fire, que ha destruido mansiones y casas rodantes por igual en la turística Malibú, hogar de muchas celebridades.
Este incendio es similar en tamaño al Camp Fire, pero mucho menos destructivo y con un saldo de dos muertos, hasta ahora.